El estudio del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que recoge las tendencias electorles de los jóvenes en el año 2000, resalta también que el 19% declararon que las encuestas electorales les animaron a votar, otro 19% reforzaron la decisión de votar por el partido en el que ya habían pensado y a un 9% les ayudaron a decidir el partido por el que iban a votar.

Una de las conclusiones del informe es que la participación de los jóvenes en los procesos electorales es significativamente más baja que la del resto de la población de más edad. A este respecto, destacan de manera especial aqullos que tienen entre 18 y 21 años y que acceden por primera vez al derecho a votar.

Es también el colectivo de jóvenes, según este estudio, el que se caracteriza por tener más dudas a la hora de decidir su comportamiento en unas elecciones generales, frente a los adultos, que suelen tener tomada de antemano su decisión.

A la hora de resolver estas dudas en la elección de un partido político, los jóvenes dan una gran importancia a la influencia del grupo primario de iguales, es decir, a los amigo y compañeros más cercanos. Sin embargo, entre los electores mayores ejercen una influencia capital los canales formales de transmisión de información, como es el caso de los medios de comunicación o los mensajes de los propios partidos o líderes.

El informe, elaborado por el Instituto de la Juventud en colaboración con la Fundación Universidad Empresa, refleja también que la decisión de voto es tomada por los jóvenes en el último momento, cuando la campaña electoral está avanzada e incluso el mismo da de las elecciones.

En relación con el efecto de las campañas electorales, los jóvenes no lo perciben de forma muy clara, aunque en el caso de los que creen que sí les influyó lo hizo motivándoles a participar o reforzando la decisión tomada antes de la campaña.