Así lo ha puesto de manifiesto una investigación realizada por la Dirección General de Tráfico (DGT) mediante coches cauflados que realizaron 730 mediciones de velocidad en distintas carreteras y en diferentes horarios.

La investigación, cuyos principales resultados se resumen en el último número de la revista oficial de la DGT, "Tráfico", revelan que los conductores de camiones y autocares, pese a ser profesionales, conculcan los límites de velocidad más que los particulares, que un estudio anterior situó en un 30 por cien.

Los investigadores de la DGT han descubierto que los camioneros se avisan unos a otros ane la presencia de los radares de la Guardia Civil de Tráfico (a los que llaman "cajitas de música").

La revista reproduce una conversación por radiotransmisor entre dos camioneros que descubrieron al coche camuflado que realizaba la investigación. Uno de ellos dice "!Ojo, los que me copiáis! Hay un coche camuflado en la entrada de un camino, no sé si hace fotos". A eso replica otro con ironía: "Ya lo he visto. Deben estar guardando la finca para que no roben los melones".

Los incumplimientos son ás frecuentes durante la noche, periodo en el que rebasaron los límites el 64,3 por cien de los conductores controlados.

No obstante, la DGT señala que los excesos de velocidad no fueron, en general, escandalosos. De los 302 vehículos infractores (de 730 controlados), más de la mitad sólo se pasaron entre 1 y 5 kilómetros a la hora; la tercera parte, entre 6 y 10; uno de cada diez rodaba entre 11 y 15 kilómetros por encima de lo permitido; y el resto (4,3 por cien) rebasó el límite entre 16 y 30 kilómtros a la hora.