En una rueda de prensa en Santiago de Compostela, tras reunirse con la canciller alemana, Ángela Merkel, el presidente del Gobierno defendió un paquete de medidas europeo que permitan el restablecimiento del crédito a la pymes y fomenten la creación de empleo. Además, destacó que la Unión Europea (UE) debe profundizar en el mercado interior y en el comercio transatlántico a través de los acuerdos de libre comercio con EEUU y con Mercosur.

Rajoy insistió en que las reformas en España empiezan a dar “frutos” y destacó que “el esfuerzo de los españoles ha valido la pena”. “Hemos conseguido evitar una situación dramática, a la que parecía que estábamos avocados”, indicó.

El presidente del Ejecutivo remarcó que “después de mucho tiempo de recesión” España ha crecido de forma consecutiva durante cuatro trimestres y, en el último con un 0,6 por ciento “a la cabeza de la UE”. “Estamos consiguiendo volver a colocar a España en la senda del empleo sostenible”, subrayó.

En el ámbito europeo, Rajoy abogó por continuar con las políticas de consolidación fiscal y señaló que las reformas estructurales son las que permiten “un aumento de la competitividad”. Asimismo, dijo que Europa debe avanzar hacia la unión energética y trabajar para aumentar en la integración bancaria.

CRÉDITO A LAS PYMES

El presidente del Gobierno aplaudió la medida del Banco Central Europeo de ofrecer depósitos a las entidades financiares con un interés negativo y se mostró a favor del anuncio que permitirá a los bancos disponer de préstamos a un interés del 0,25% a tres años con el propósito de que faciliten el préstamo a las pymes. “Esta es una de las grandes necesidades de España”, manifestó.

Rajoy recalcó la necesidad de mantener el déficit público y la deuda en unos niveles “razonables”. “Las reformas son lo que al final dan empleo, bienestar y riqueza”, concluyó.

Por su parte, Merkel se mostró satisfecha con el crecimiento de la economía española y el descenso del paro como resultado del “gran ímpetu” de las reformas del Gobierno de Rajoy. En el marco europeo, apostó por la “solidez financiera” de las instituciones comunitarias y defendió un acercamiento de todos los países hacía una unión política y monetaria más efectiva. Además, consideró primordial “la estrecha colaboración” entre el Consejo Europeo y el Parlamento.