Según el informe, por géneros, los hombres son los que presentan un mayor índice de movimiento laboral: un 25%, frente al 23% de las mujeres.

Por franjas de edad, los trabajadores de entre 18 y 24 años son los que más han cambiado de empleo en el último semestre, un 27%; los profesionales de entre 25 y 34 años, un 22%; y los trabajadores de entre 35 y 44 años, un 18%. Los perfiles con mayor experiencia son los que han registrado un menor movimiento: un 12%, entre los trabajadores de entre 45 y 54 años, y un 7%, entre los de 55 y 64 años, por lo que se deduce que los trabajadores con un mayor bagaje profesional son los que presentan más estabilidad laboral.

Si se comparan estos datos con los del mismo periodo del año anterior, se observa que el número de trabajadores que cambió de empleo ha aumentado un 9%. A su vez, el estudio de Randstad apunta a que la serie histórica refleja una tendencia positiva, que pone de manifiesto un crecimiento de un 11%, respecto a las cifras de 2010.

El estudio también destaca que son los trabajadores de mayor formación los que más fácil lo tienen para poder optar a un cambio de empleo. Así, el 89% de los profesionales con estudios universitarios ha variado de ocupación, frente a un 11% con un nivel de formación básico.