Así se ha manifestado el presidente de esta organización religiosa en un comunicado a su regreso de la ciudad iraquí de Erbil, donde ha estado junto con una delegación de la fundación visitando a los refugiados y atendiendo a las necesidades de la Iglesia local.

Heereman viajó a Iraq por invitación del patriarca de Babilonia, Louis Sako, a fin de formarse una idea sobre la situación y las necesidades de los más de 100.000 cristianos desplazados, que han encontrado refugio en Ankawa, el barrio cristiano de Erbil, así como en los pueblos al norte de Duhok y Zakho.

Según informó a Servimedia el responsable de Ayuda Humanitaria de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Javier Martínez Ros, desde 2003, cuando fue derrocado Sadam Husein, el número de cristianos en Iraq ha pasado de 1,6 millones a unos 300.000. Además, la persecución se ha intensificado hacia esta y otras minorías debido a la expansión del grupo terrorista Estado Islámico, que ha provocado la intervención aérea de Estados Unidos.

“La situación es dramática. Hemos visitado a refugiados y nos hemos entrevistado con obispos, sacerdotes, religiosas y voluntarios que trabajan día y noche para prestar una ayuda elemental, y las temperaturas ascienden a 44 grados. Las personas precisan un techo y atención médica. Todavía hay mucho por hacer”, indicó Heereman.

La organización humanitaria apela por ello al mundo occidental para que asuma su responsabilidad moral, con el fin de ayudar a los cristianos y a otras minorías religiosas que quieren quedarse en el país, aportando protección y seguridad. “La Iglesia puede aliviar el dolor y la necesidad, pero la cuestión de la seguridad y de la defensa, así como el derecho a la vida y a la libertad religiosa, es cuestión de la política”, dijo Heereman.