"Los refugiados han perdido todo a causa de los trágicos acontecimientos, mientras que los militantes del Estado Islámico siguen avanzando y la ayuda humanitaria es insuficiente”, aseguraba Sako. Asimismo, lamentaba que "la falta de coordinación internacional está ralentizando y limitando la puesta en marcha de una ayuda efectiva" para los más de 200.000 desplazados que se contabilizan en las últimas horas.

Actualmente, solo en la ciudad de Ankawa hay 70.000 cristianos desplazados. En este emplazamiento, "las familias, que han encontrado refugio en iglesias y escuelas, están en mejores condiciones que aquellos que todavía duermen en la calle y en parques públicos, cuya situación es lamentable", según informaba el religioso a Ayuda a la Iglesia Necesitada.

La fundación alerta de que otras ciudades están desbordadas, mientras las necesidades humanitarias de agua, comida, alojamiento y medicinas aumentan.

"El alcance del desastre es extremo", indicó Sako, que aseguró que cinco obispos han tenido que huir de sus diócesis y todos los sacerdotes y religiosas han abandonado las misiones en los pueblos de alrededor de Mosul.

Por otro lado, señaló que "la posición del presidente norteamericano, Barak Obama, de solamente aportar ayuda militar es decepcionante". El prelado muestra su preocupación por las negociaciones y lamenta que no se lleve a cabo una acción rápida por la recuperación de ciudades tomadas por los yihadistas como Mosul.

Además, alerta de que los yihadistas reciben nuevos militantes provenientes de países de todo el mundo y siguen teniendo bajo control ciudades claves y yacimientos petrolíferos.

Ante la voz alarmada del patriarca cristiano, la fundación lanza una campaña para recaudar 100.000 euros. Ya el pasado mes de julio recaudó la misma cifra que destinó a apoyar a las familias refugiadas a causa de esta guerra, con alimentos, agua y medicamentos.