Ésta es una de las ideas que baraja Esquerra cuando se plantea la reforma de una ley "testimonial", que data de los primeros momentos de la transición y que necesita una revisión para adaptarse la realidad actual y a la confluencia de confesiones de los últimos años.

El Gobierno, explicó Ridao en una entrevista concedida a Servimedia, se comprometió a incluir la iniciativa de ERC sobre la retirada de crucifijos de los colegios en esa nueva ley que, según anunció la vicepresidenta primera del Ejecutivo, llegará al Congreso antes del verano.

El deseo de Esquerra es "no dar apoyo" a una ley que sirva sólo para que el PSOE "se lave la cara de otras cuestiones en el debate de las costumbres, como ha hecho con la Ley del Aborto".

Joan Ridao insiste en que tiene que haber una "reforma profunda" con una "apuesta clara por la laicidad desde el laicismo", lo que en primer lugar significa que "los recursos que en el IRPF van a la Iglesia católica tendrán que repartirse también a otras confesiones religiosas".

En segundo lugar, y aunque es un aspecto que no está incluido en la ley, Esquerra considera imprescindible "modificar los acuerdos con la Santa Sede" y que afectan en especial al "ámbito educativo y fiscal" y que dan a la Iglesia católica "primacía y privilegios".

Desde ERC se confiesan "expectantes" ante el proyecto del Ejecutivo, al que apremian a presentar un texto en las Cortes en el ecuador de la legislatura.

"La ley va a generar mucho debate y habrá una respuesta furibunda de sectores ultrarreligiosos y de la Conferencia Episcopal" que aconseja abordar esta reforma a cierta distancia del final de la legislatura.

Para sacar adelante la Ley de Libertad Religiosa, advirtió Ridao, el PSOE tendrá que contar con la izquierda parlamentaria para que salga adelante y como el objetivo de Esquerra es lograr una buena ley, "no vamos a hacernos el Tarzán poniendo condiciones incumplibles, pediremos cosas razonables".