Pradas presentó en el Tribunal Constitucional un recurso contra el último “macrodecreto” del Gobierno al que se adhirieron también Izquierda Unida y UPyD.

Más allá de determinar la responsabilidad judicial por lo que se va conociendo de “esta familia”, Pradas alertó de la “repercusión institucional” que todas esas informaciones tienen en un momento “muy delicado” para Cataluña y el conjunto de España. “Viene a sembrar dudas sobre una institución, y eso es lo grave”, insistió.

Al margen de las personas que tendrán que responder individualmente por las acusaciones contra ellas, subrayó el “deterioro institucional” que genera el comportamiento de los Pujol y los “silencios de treinta años”.

Junto a ello, denunció “ese lloriqueo del presidente” de la Generalitat en su comparecencia ante los medios, en vez de defender una posición “contundente”.

Sobre la querella admitida a trámite contra uno de los hijos de Pujol al que acusan de pedir una comisión ilegal a una empresa, precisó que se trata de un primer paso que puede tener “un recorrido muy largo” o no, pero lo “preocupante” es que se une a una serie de informaciones que están “manchando la imagen” de una institución, la Generalitat, que “ha hecho muchísimo por Cataluña”.