ETA. Garzón procesa a los tres últimos jefes militares de ETA por intentar asesinar a Marlaska
- También les atribuye los planes para secuestrar a un concejal del PSE
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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón procesó hoy a los tres últimos dirigentes del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”, Aitzol Iriondo y Jurdan Martitegi y a otros diez etarras por estar detrás de un total de nueve acciones terroristas, entre ellas el intento de atentado contra el magistrado Fernando Grande-Marlaska.
Además de “Txeroki”, Iriondo y Martitegi, Garzón procesó a los etarras Aitor Arteche, Arkaitz Goicoetxea, Olga Comez, Maialen Zuazo, Aitor Cotano, Iñigo Gutierrez, Asier Borrero, Gaizka Jarreño, Adur Aristegui, y Ana Isabel Prieto, todos ellos miembros del último “comando Vizcaya” de ETA. Este grupo terrorista entró en España en febrero de 2007 y operó hasta el verano de 2009.
El auto hecho público hoy señala que “Txeroki” ordenó a Goicoechea y Martitegi recabar la información necesaria para llevar cabo un atentado contra Grande-Marlaska en la vivienda que el magistrado tiene en la localidad riojana de Ezcaray.
Los etarras debían localizar “el lugar apropiado para colocar un artefacto”. El atentado estaba previsto para agosto de 2007 pero finalmente no se llevó a cabo porque Grande-Marlaska no acudió ese verano a Ezcaray.
SECUESTRO DE UN CONCEJAL
El magistrado también atribuye a este comando los planes para secuestrar y asesinar al concejal del PSE en Eibar (Vizcaya) Benjamín Atutxa. “Txeroki” facilitó en septiembre de 2007 al comando información sobre el concejal del PSE en Eibar (Vizcaya) Bejamín Atutxa, quien fue vigilado por Comes, Goicoetxea y Martitegi entre octubre de 2007 y abril de 2008.
Los terroristas tenían preparado en un “zulo” situado en Pazuengos (La Rioja) varias jeringuillas con tranquilizantes para sedar a Atutxa. El plan era secuestrarlo durante dos días para posteriormente acabar con su vida, de forma similar al asesinato del concejal del PP en Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco.
Garzón también atribuye a estos etarras los atentados contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya), que tuvo lugar en la madrugada del 24 de agosto de 2007 y que no causó víctimas mortales, y el cometido el 21 de marzo de 2008 contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Calahorra (La Rioja), que también se saldó sin muertos.
Además, Garzón acusa a los miembros del comando de haber realizado los atentados contra el Real Club Marítimo y contra el Palacio de Justicia de Guecho (Vizcaya); contra la comisaría de la Ertzaintza en Zarauz (Guipúzcoa), y contra las sedes del PSE en las localidades vizcaínas de Derio y Balmaseda.
Por último, el magistrado asegura que los etarras están detrás de un barril de cerveza que fue hallado el 31 de enero de 2008 en una bolsa de basura en Guecho cargado con 110 kilos de explosivos.
Garzón también les atribuye la autoría del atentado contra la casa cuartel de Legutiano (Álava), donde murió el guardia civil Juan Manuel Piñuel, aunque por este atentado se sigue un procedimiento aparte.
CONSPIRACIÓN PARA ASESINAR
Por todas estas acciones, Garzón acusa a Goicoetxea, Martitegi, Gutiérrez, Cotano, Arteche, Borrero, Comes, Aspiazu e Iriondo un delito de integración en ETA, mientras que a Zuazo, Prieto, Aristegui y Jarreño les imputa un delito de colaboración.
El magistrado comunicará su procesamiento y tomará declaración indagatoria a los etarras el próximo 8 de febrero a partir de las 10.00 horas. Siete de los procesados, entre ellos Martitegi, Iriondo y “txeroki” se encuentran encarcelados en Francia.
A “Txeroki”, Goicoetxea y Martitegi les atribuye los delitos adicionales de tentativa de detención ilegal, atentado terrorista y conspiración para asesinato terrorista. Garzón también acusa a los miembros del comando de los delitos de tenencia ilícita de armas, falsificación en documento y robo con vehículo a motor así como de tres delitos de depósitos de explosivos y armas.
(SERVIMEDIA)
14 Ene 2010
DCD/jrv