Por ello, ha incrementado los medios humanos y técnicos en servicio respecto a los días laborales, instalará carriles adicionales mediante conos cuando sea necesario y ha restringido la circulación de vehículos de mercancías peligrosas, transporte especial y camiones de masa máxima autorizada de 7.500 kilos en determinadas carreteras con especial intensidad circulatoria.

Además, intensificará los controles de velocidad en las carreteras, tanto con controles de agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil como desde el aire, a través de cuatro radares Pegasus que vigilarán la circulación desde helicópteros, principalmente en las vías convencionales, que son las más peligrosas y donde se produce el mayor número de accidentes y fallecidos.

VÍCTIMAS

Un total de 80 personas han perdido la vida en las carreteras españolas entre el 1 y el 24 de julio, lo que supone 10 fallecidos menos que en el mismo periodo del año pasado, si bien en ambos periodos se ha producido el mismo número de accidentes mortales: 69.

En el acumulado total del año, 590 personas han fallecido entre el 1 de enero y el 24 de julio, 10 más que en las mismas fechas de 2013, lo que representa un aumento del 2%.

Tráfico afirmó que cumplir con los límites legales de velocidad podría evitar una cuarta parte de los muertos en accidente de tráfico y recordó que el año pasado fallecieron 1.680 personas en las carreteras y las ciudades españolas por este motivo.

La DGT recordó que la velocidad genérica máxima para automóviles y motos en autopistas y autovías es de 120 km/h, de 100 ó 90 km/h en las carreteras secundarias (según la anchura del arcén) y de 50 km/h en las ciudades.

Recalcó que alrededor de 1,2 millones de conductores fueron detectados el año pasado circulando con exceso de velocidad en los controles practicados por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, e indicó que la velocidad estuvo presente en un 22% de los accidentes mortales en 2013.

CONSEJOS

La DGT indicó que el verano presenta otras características diferentes a las del resto del año en la circulación por carretera, ya que las condiciones meteorológicas son más benévolas, pero, por el contrario, el tráfico presenta otras dificultades que inciden negativamente en la conducción, como son mayor número de desplazamientos y, por tanto, circulación más intensa y congestionada; mayor tendencia a la conducción nocturna y mayor número de trayectos en largo recorrido.

Por ello, recomendó realizar un adecuado mantenimiento del vehículo, planificar los desplazamientos, utilizar los sistemas de seguridad (cinturón, sillita de retención infantil o casco), respetar los límites de velocidad y circular con prudencia en vías desconocidas.