El Gobierno aprueba el Reglamento de la Carrera Diplomática

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy, mediante un Real Decreto, el Reglamento de la Carrera Diplomática que desarrolla la Ley de la Acción y del Servicio Exterior del Estado, del 25 de marzo de 2014, y en particular, algunos de los aspectos recogidos en su Título III sobre la Administración General del Estado en el exterior y el Servicio Exterior del Estado.

El texto recoge que los funcionarios diplomáticos son el cuerpo especial de la Administración encargado de llevar a cabo las funciones de naturaleza política, diplomática y consular de la acción exterior del Estado, como reconoce la propia Ley de Acción y Servicio Exterior.

La Carrera Diplomática aparece como cuerpo especial de la Administración en la Ley de la Acción y del Servicio Exterior del Estado, donde se recoge su régimen de obligada movilidad fuera de España.

En la actualidad, la edad media de ingreso en la Escuela Diplomática es de veintisiete años y a lo largo de su vida profesional el funcionario diplomático puede prestar sus servicios fuera de España durante más de veinticinco años, como media, y en siete o más países diferentes. De ahí su especificidad y la necesidad de regulación de esta profesión con objeto de dotarla de una mayor previsibilidad y garantías de promoción.

RÉGIMEN DE ASCENSOS

El texto aborda el régimen de ascensos en la Carrera Diplomática. A este respecto, se detallan los requisitos necesarios para el ascenso a las respectivas categorías, con especial referencia al ascenso a Consejero de Embajada y Ministro Plenipotenciario de tercera clase, donde se introducen toda una serie de nuevos requisitos, ya que, además de los de antigüedad y de desempeño de puestos en el extranjero previstos anteriormente con carácter general, se exige haber superado un curso específico de ascenso, requisito este absolutamente novedoso, y que tiene como objeto reforzar los conocimientos de los miembros de esas categorías con vistas a una eventual designación como jefe de misión.

Con esta reforma, se pretende con ello garantizar que accedan de forma objetiva a los puestos superiores del escalafón de la Carrera Diplomática los funcionarios que cuenten con la suficiente experiencia y formación.

En este ámbito, el reglamento regula de un modo particular el ascenso a la categoría de Embajador y determina que el ascenso es reservado, con carácter general, a aquellos miembros de la carrera diplomática que, teniendo la categoría de Ministro Plenipotenciario de primera clase, se encuentren en activo y hayan desempeñado una jefatura de Misión Diplomática u otro alto cargo en la Administración General del Estado.

ASESORAMIENTO AL MINISTRO

Una de las principales novedades de este reglamento es la que se refiere al procedimiento interno de selección y asesoramiento al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación para la designación de los futuros jefes de misión.

La nueva norma establece un sistema de selección de los candidatos más idóneos, mediante un procedimiento transparente y abierto al que podrán acceder los funcionarios diplomáticos que podrán solicitar jefaturas de misión cuando cumplan los requisitos establecidos, dependiendo de la importancia de la embajada o representación permanente.

El objetivo de este nuevo sistema, que se ha inspirado en varios modelos de países europeos de nuestro entorno, como el de la República Federal de Alemania y del Servicio Europeo de Acción Exterior, es poder dotar al Servicio Exterior español de un mecanismo transparente y objetivo, que estimule la formación continuada, el ascenso profesional y basado en criterios de profesionalidad, capacidad y mérito.

El Real Decreto deroga el Reglamento de la Carrera Diplomática de 1955 y el Real Decreto de 7 de mayo de 1993 sobre provisión de puestos de trabajo en el extranjero y ascensos de los funcionarios de la Carrera Diplomática, que fue modificado parcialmente por otro Real Decreto de 19 de mayo de 2000. Además, varios de los preceptos contenidos en este Real Decreto tienen en cuenta normas internacionales que forman parte del ordenamiento jurídico español, en particular, el Convenio de Viena de Relaciones Diplomáticas de 1961. La nueva regulación recopila estas normas, que llevan aplicándose desde hace más de cuarenta años, para adecuarlas a la realidad de la España del siglo XXI.

(SERVIMEDIA)
25 Jul 2014
BCR/gja