Valcárcel insistió en que los “problemas” de las fronteras de España, Grecia o Italia también son problemas de otros países de la UE, incluso de los nórdicos. Sin embargo, se mostró partidario de abordar la cuestión migratorio con “humanidad”, ya que dijo que se trata de “personas que sufren y que no tienen más horizonte que saltar una frontera”.

Apostó por “reforzar las fronteras” a fin de evitar las masacres que, “desgraciadamente” suceden en ellas. Asimismo, insistió en la importancia de combatir las mafias, “esos negocios internacionales que comercian con vidas”.

Su última propuesta fue aumentar la colaboración internacional; pero no solo en cantidad, también en control.

Finalmente, indicó que no hay que “condenar a alguien porque venga a buscar un trabajo porque no lo hay; pues en otros momentos se dejó a la inmigración los trabajos que no se querían”.