En una carta con motivo de la Jornada Mundial de las Migraciones, que se celebra 17 de enero, Rouco animó a sus feligreses a luchar “contra la rémora de la mentalidad, los prejuicios y los hábitos contrarios a esta ley de la acogida del hermano”, y apuntó que “en España todos los menores, con independencia de su origen e incluso de su situación legal, tienen garantizados los derechos fundamentales de educación, sanidad, ayudas y formación profesional”.

También se dirigió a los jóvenes, a quienes instó a derribar las barreras de la desconfianza, de los prejuicios y de los miedos "que por desgracia existen”, ya que dentro de pocos años serán “los responsables de la vida familiar y de la convivencia en la ciudad”.

En la misiva, el arzobispo hace un llamamiento a las familias inmigrantes para combatir los riesgos del desarraigo social, escolarizar a los hijos, facilitar su integración y elegir las clases de religión.

Finalmente, pide a los educadores que enseñen a los niños el respeto y el aprecio por la diversidad cultural en la escuela y, en general, anima a todos los padres y madres a trabajar en la educación de los hijos, para que puedan hacer frente a los retos de la sociedad en el futuro.