“Las niñas que se casan antes de los 18 años están en un mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y de ser víctimas de abuso. También tienen oportunidades económicas más limitadas, debido a la falta de formación, y pueden quedar atrapadas en un círculo vicioso de pobreza”, explicó Robert Jenkins, representante de Unicef en Jordania.

Los factores comunes del matrimonio infantil en Jordania son aliviar la pobreza o las cargas de una familia numerosa con muchas hijas; proporcionar protección a las chicas jóvenes; continuar tradiciones culturales o familiares; y la huida de ambientes familiares de abuso, según Unicef.

Las leyes jordanas establecen que la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años. Sin embargo, los menores pueden casarse bajo condiciones especiales. Ante esta situación, Unicef defiende que se mantenga, en línea con los estándares de internacionales, la edad de 18 años como el mínimo legal para poder contraer matrimonio.

Por su parte, entre los refugiados sirios que viven en el país, la tasa de matrimonios infantiles ha aumentado del 18% registrado en 2012 al 25% de 2013. Las cifras de este año muestran que esta tasa ha aumentado hasta el 32%.

Unicef trabaja con otras agencias de Naciones Unidas, ONG internacionales, organizaciones locales, personal educativo, padres y líderes religiosos para identificar y prevenir casos de matrimonio infantil, así como para dar apoyo a aquellos que se han casado precozmente.

Unicef y sus aliados fortalecen a aquellas niñas que están en riesgo de contraer matrimonio infantil, proporcionándoles orientación vocacional, apoyo psicosocial y habilidades para la vida en las que pueden destacar con el objetivo de apartarles de un matrimonio en edad temprana.