García-Page se reunió este martes en la sede federal del PSOE con Pedro Sánchez, el vencedor de la consulta entre los militantes y que será nuevo secretario general del partido. La noche anterior, Sánchez había pedido formalmente a los socialistas españoles que votaran en contra de la elección de Juncker, lo que suponía alterar el acuerdo alcanzado por el Partido Socialista Europeo.

Preguntado por esa decisión, García-Page coincidió con Sánchez porque “hay que ser coherente” con los ciudadanos, a los que se les dijo en campaña electoral que el PSOE rechazaba las políticas encarnadas por Juncker y por la derecha europea.

Lo realmente “lamentable”, dijo, es que antes de las elecciones anteriores se hiciera una campaña defendiendo las políticas progresistas y se acabara respaldando la elección de José Manuel Durao Barroso. “Eso no lo entendió nadie” y no podía repetirse ahora, indicó.

Aunque es importante conformar un grupo socialista “unido” en el Parlamento Europeo, cree que también se debe hacer valer la opinión de los ciudadanos y lo que se ha defendido durante la campaña electoral. “Puestos a ser coherentes”, dijo, y “cuando las coherencias se contradicen entre ellas”, hay que optar por “la palabra dada a los ciudadanos”.