La Comisión de Investigación critica que Aena impusiera a los bomberos de Cuatro Vientos funciones adicionales

- En el informe sobre el accidente de la exhibición aérea del 5 de mayo de 2013

- Concluye que la causa fue una "maniobra no programada" del piloto y que los motores no fallaron

MADRID
SERVIMEDIA

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac) critica que Aena impusiera a los bomberos del aeropuerto de Cuatro Vientos las funciones de los señaleros, tras erradicar este servicio en el aeródromo madrileño.

Así se recoge en el informe de la Ciaiac publicado este martes, pese a estar fechado el 28 de mayo, sobre el accidente en una exhibición aérea el 5 de mayo de 2013, en el que falleció el piloto de un avión histórico del modelo Hispano Aviación H-200 Saeta.

Por ello, esta comisión recomienda a Aena que organice la actividad del Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) “de manera que las personas que están destinadas en él, no realicen ninguna tarea adicional que pueda resultar incompatible con los tiempos de respuesta fijados para sus actuaciones”.

En el momento del accidente, el Plan Director del aeropuerto, vigente desde 2001, establecía que el SSEI contara con tres jefes de dotación, dos bomberos y un bombero interino que trabajaban en turnos de dos personas. Ese día estaban en Cuatro Vientos un jefe de dotación y un bombero, que se movilizaron en dos vehículos distintos.

A este respecto, la Ciaiac explica que “no obstante, durante la investigación se constató que se había suprimido el servicio prestado por el señalero (consistente en guiar a los aviones en tierra) asumiendo su función los bomberos en cada turno”.

Además, en otra recomendación, la Ciaiac pide a Aena que se asegure de que “el SSEI tenga acceso de forma permanente a todas las instalaciones que sean susceptibles de alguna actuación”.

DIFICULTADES DE ACCESO

Justifica esta petición porque aunque la llegada hasta el lugar del accidente de uno de los vehículos del SSEI y de los equipos de la base aérea del Ejército estuvo dentro de los tiempos de respuesta establecidos, “la llegada del otro vehículo del SSEI hasta el lugar donde había caído la aeronave se retrasó porque no disponían de una llave para la apertura mecánica de una de las puertas cuya custodia y manejo dependen de los responsables de Aena”.

Asimismo, advierte de que “el hecho de que los vehículos de salvamento llegasen hasta el lugar donde cayó la aeronave fue absolutamente circunstancial, y pudo haberse dado el caso de que ninguno de ellos hubiera podido acceder hasta los restos”.

En esa línea, denuncia que “el SSEI no contaba con la llave que permitía abrir la puerta más cercana mecánicamente” y que “una vez que el primero de los vehículos intentó otras vías de entrada alternativas fue encontrándose aeronaves estacionadas en todos los posibles puntos de acceso que le impedían el paso hacia el lado tierra, hasta que casualmente llegó a un lugar donde no había ninguna aeronave y sí que pudo pasar”.

Respecto al segundo vehículo y los equipos de la Base Aérea, que también accedieron al lugar del accidente, explica que su acceso fue también casual porque le franquearon el paso por una zona que no depende del control de los responsables del aeropuerto por lo que podía fácilmente haberse dado el caso de que no hubiera habido nadie para abrir la puerta por la que accedió hasta el lado tierra.

ACROBACIA “NO PROGRAMADA”

En cuanto a las causas del accidente, la Ciaiac concluye que se produjo “porque la aeronave realizó una maniobra no programada dentro de la exhibición” y constata “fehacientemente que los motores no fallaron en ningún momento”.

Dicha maniobra se inició con un ascenso a baja altura y poca velocidad, durante la que perdió gran parte de la energía que tenía antes de alcanzar la altura máxima, debido a una desaceleración de los motores a la vez que realizaba un viraje muy cerrado”.

Por ello, en el descenso posterior, hecho en su mayor parte en condiciones de inestabilidad de senda de vuelo, perdió mucha altura antes de nivelar el avión por lo que no tuvo margen suficiente para remontar el vuelo y se estrelló contra una instalación de suministro de energía eléctrica, y posteriormente contra varios vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones.

En consecuencia, la Ciaiac recomienda a la Fundación Infante de Orleans (FIO), la organizadora de las exhibiciones aéreas en Cuatro Vientos, que en la documentación que se distribuye a los pilotos antes de las demostraciones y en el entrenamiento del día anterior, se incluya expresamente la necesidad de que todas las maniobras estén siempre dentro del programa y que se definan y repasen previamente los parámetros principales (alturas, velocidades ángulos de viraje, etc.) de las maniobras a realizar dentro de la demostración.

También le pide que incluya dentro de sus procedimientos de actuación la obligatoriedad de que en las sesiones de entrenamiento previas a las demostraciones aéreas, los pilotos de todas las aeronaves hayan entrenado un mínimo de rutinas enteras iguales a las que se van a realizar en la propia exhibición con el mismo modelo de aeronave que van a volar.

Con respecto a esta última demanda, la Ciaiac solicita a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) y a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que modifiquen el Real Decreto por el que se regula la seguridad aeronáutica en las demostraciones aéreas civiles para que recoja esa obligación.

Por último, pide a Aena que para evitar que en el futuro ocurra una pérdida de energía del suministro eléctrico como la que se produjo el día del accidente lleve a cabo los cambios propuestos por la compañía suministradora.

Tras conocer este informe, la AESA autorizó recientemente la vuelta de las exhibiciones aéreas a Cuatro Vientos, que estuvieron suspendidas desde el día del accidente hasta el pasado 6 de julio. La FIO realiza estas exhibiciones el primer domingo de cada mes.

(SERVIMEDIA)
15 Jul 2014
JBM/gfm