“En esa fecha, el Decanato de esa facultad y el responsable de la Pastoral Universitaria acordaron un nuevo emplazamiento para la capilla del centro y que éste debería ser efectivo al finalizar el curso académico 2013-2014”, manifestó en nota de prensa la Universidad Complutense, y añadió que “este acuerdo es fruto de las reuniones entre la Comisión Mixta Universidad Complutense y el Arzobispado de Madrid, mantenidas los días 23 de enero y 28 de febrero de 2013”.

El centro declaró que “la oposición que ahora está mostrando el Arzobispado de Madrid a este traslado, justificado por necesidades docentes, calificando el mismo de “cierre” carecen de sentido, así como las calificaciones que hablan de “desviación de poder” y “lesión de un derecho fundamental”.

Además, la Universidad Complutense aseguró que “respeta la libertad religiosa, pero no puede, ni debe, asumir el papel de garante de la misma, ya que esa función está atribuida legalmente al Estado”.

Por el contrario, el arzobispado considera que hay “imposibilidad jurídica” para proceder al traslado de esa capilla de acuerdo con el convenio entre la Universidad Complutense y el Arzobispado de Madrid, ya que ese convenio fue denunciado por la Complutense en noviembre de 2013, poco antes de su vencimiento, por lo que no puede considerarse prorrogado ni recurrir a sus cláusulas.