Según explicó la alcaldesa, Ana Botella, en la rueda de prensa posterior a la Junta, la medición acústica ha detectado un exceso de hasta 10 decibelios sobre el ruido permitido por la noche, por lo cual el Ayuntamiento ha establecido en esta parte de la ciudad un Plan Zonal Específico que distingue dos zonas diferenciadas.

Una de “contaminación acústica moderada”, de entre cinco y diez decibelios más d elo permitido, donde no se permitirá abrir nuevos locales de ocio potencialmente ruidoso, los ya existentes sólo podrán cambiar de actividad a una menos ruidosa, todos los establecimientos nuevos tendrán que tener plazas de aparcamiento exclusivas equivalentes al 10% de su aforo en un radio de 200 metros y las terrazas verán reducido su horario una hora en verano y media el resto del año.

Y otra de “contaminación acústica baja”, de menos de cinco decibelios de más, donde los nuevos locales tendrán que guardar una distancia respecto a los ya existentes, tendrán que tener el mismo número de plazas de aparcamiento reseñadas para la zona de contaminación moderada y las terrazas reducirán su apertura media hora en verano.