En virtud de los pactos que el rey Hassan II y Felipe González suscribieron en noviembre del pasado año con motivo de la visita que el presidente cursó a Marruecos, España se comprometió a acoger a aquellos inmigrantes marroques que pudieran justificar su residencia en nuestro país antes de la entrada en vigor de la Ley Orgánica sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España, conocida popularmente por Ley de Extranjería, de 1985.

Del total de solicitudes presentadas, unas 1.000 lo fueron antes del mes de noviembre de de 1990, mientras las restantes 3.000 correspondieron a los últimos meses del año.

Todavía no se conoce el número de solicitudes resueltas positivamente, aunque, de acuerdo con el compromiso queadoptó el Gobierno español con las autoridades del vecino país, la regularización de los marroquíes deberá estar finalizada antes del 28 de febrero.

43.815 SOLICITUDES

Tras la entrada en vigor de la Ley de Extranjería, el Gobierno abrió un período de regularización extraordinario de tres meses para solucionar la situación de aquellos extranjeros que residían en España antes del 24 de julio de 1985 y que estaban insuficientemente documentados.

Posteriormente, las autoridades españolas ampliaron os plazos con dos prórrogas más y recibieron un total de 43.815 solicitudes.

Sin embargo, estos perídos apenas fueron aprovechados por los extranjeros, bien por falta de documentación o de información, y "tuvieron menor efectividad de la prevista", según reconoció un portavoz del Ministerio del Interior.

La misma fuente oficial explicó que el mayor problema que tenían los extranjeros era presentar un contrato de trabajo o documento que acreditara que el inmigrante ejercía una actividad laboral. Durante este último plazo de regularización, la Administración ha exigido a los marroquíes que acrediten que residían en España antes de 1985.