El estudio, realizado por el profesor Fernando Vidal Fernández, de la UniversidadPontificia de Comillas, muestra que la obesidad, además de ser una realidad, es una obsesión que tiene mucho que ver con los estilos de alimentación y el ejercicio físico.

El 62% de los menús escolares, indica el autor del informe, deben mejorar nutricionalmente. Además, hay un abuso de la bollería industrial, que no debe sustituir al bocadillo tradicional.

Por lo que se refiere a las "chucherías", sus principales efectos sobre la salud infantil son una mayor probabilidad de sufrir caries, el incemento de la obesidad, el estreñimiento crónico y el aumento del colesterol sanguíneo en edades cada vez más tempranas.

También se registra una creciente tendencia al infraconsumo de leche, lo que incide directamente en una débil formación ósea, que en esas etapas de la vida es crucial. Además, se percibe una creciente fobia infantil hacia el pescado, las legumbres y las verduras, lo que tiene consecuencias inmediatas por una insuficiente ingesta de fibra y vitaminas.