Según fuentes jurídicas, García afirmó, durante la declaración que prestó esta mañana, que en su empresa no manejaban dinero negro y dijo que únicamente tenían una "cajita" donde guardaban dinero en la oficina para gastos corrientes como taxis o comida.

La "cajita" podría haber llegado a acumular hasta 50.000 euros que, según la socia de Urquijo, se guardaban en previsión por si llegaba, por ejemplo, un cargamento de ladrillos y tenían que hacer frente a ese pago.

Además de García, Ruz también tomó declaración hoy a tres antiguos trabajadores de Unifica. En concreto, comparecieron la que fuera directora de proyectos de esta empresa Laura Montero; la jefa de la obra, María Rey; y el jefe de proyectos en el año 2008, Claudio Montero.

CAJAS DE SEGURIDAD

Asimismo, los imputados siguieron la línea de las dos empleadas de Unifica que comparecieron este martes ante Ruz y que también insistieron en que la caja de seguridad que la empresa tenía en el banco se utilizaba únicamente para almacenar documentos y algunos objetos, pero no para guardar dinero.

Respecto a una de las visitas de García a la misma, que coincidió con una de Bárcenas, afirmó que no tiene explicación para esa casualidad pero que ese día ella sólo iba a llevar copias de seguridad del disco duro.

Respecto a los listados de 'pagos en A y B', explicaron que se planteaban dos escenarios de pagos. En este sentido, concluyeron que, cuando en los correos electrónicos hablaban de dinero B se referían a dinero en metálico.