Según informó la Policía, la red, liderada por un hombre conocido como 'Luis Ye', se dedicaba a la extorsión a compatriotas y al cobro de préstamos derivados de deudas de juego, imponiendo intereses de hasta un 10% diario.

Hasta cobrar las deudas, recurrían a amenazas de muerte, secuestros e incluso la amputación de miembros. Para blanquear sus ingresos, la organización empleaba un complejo entramado empresarial que movía cantidades de más de 75 millones de euros.

Primero, la red prestaba dinero a ciudadanos chinos para que se lo gastaran en el juego. Luego amañaban las partidas para que las víctimas contrajeran deudas que en algunos casos llegaban a superar el millón de euros. Y finalmente procedían a la extorsión para cobrar lo adeudado. Una mujer, Lingfen Yin, encargaba las palizas o secuestros.

Al frente del blanqueo de capitales 'Luis Ye' había puesto a su familia más cercana, su mujer y sus cuatro hermanos. Utilizaban masivamente dinero en efectivo, y en los últimos dos años llegaron a amortizar préstamos para inmuebles por valor de tres millones de euros.

Con motivo de la operación, los agentes han realizado 21 entradas y registros, interviniendo unos 800.000 euros, letras de cambio por valor de 1.200.000 euros y cheques al portador por valor de 630.000 euros, así como objetos de lujo. Los investigadores han solicitado medidas cautelares sobre 50 inmuebles de la red, 45 vehículos y el bloqueo de 550 cuentas bancarias.