Gallardón se expresó en estos términos tras participar en la conferencia inaugural de una jornada celebrada este jueves en Madrid con motivo de la reforma del Código Penal. El ministro defendió que “no exista ninguna presión externa” en el trabajo de empleados judiciales porque necesitan “serenidad y falta de perturbación” para poder actuar conforme al derecho.

Al ser preguntado por los periodistas sobre el hecho de que se haya confirmado la imputación de la infanta Cristina, señaló que, como titular de Justicia, no debe pronunciarse sobre un proceso en el que el Poder Ejecutivo “no tiene participación”.

Gallardón apuntó que la imputación de la infanta Cristina por delitos fiscales y de blanqueo de capitales es un tema sin duda “importante y de trascendencia”, pero que se trata de “un asunto confiado al Poder Judicial”, que es el que deberá dictaminar si la Infanta “merece o no un reproche por la conducta realizada”.

En este sentido, apuntó que, aunque no tiene participación sobre este proceso, el Gobierno “respeta absolutamente la independencia del Poder Judicial” y se encuentra a la espera de “las resoluciones que establezcan nuestros jueces y tribunales”.