“Yo no necesito que ni la Iglesia ni el Gobierno me den parabienes, pero me encantaría que me diera un beso mi madre, y mi madre es la Iglesia. No he recibido ninguna felicitación por parte de la Conferencia Episcopal, pero lo esperaba”, subrayó el padre Ángel en un comunicado.

En cuanto a la crisis económica actual, afirma que le daría “un 10 a la sociedad y sólo un 4 al Gobierno”, ya que, en su opinión, los dirigentes actuales “sólo se preocupan de si hay aforamiento en vez de preocuparse de que los niños coman”.

Del mismo modo, también censura la actitud de algunos políticos que niegan la situación de hambre por la que atraviesan muchos niños en España, al tiempo que les invita para que “vayan al comedor un día para que vean que éstos no son unos actores que traemos en coche como se traen a veces para que vote la gente”.

Por último, confiesa que cambiaría la medalla por una ayuda económica para poder seguir adelante con la labor de su organización. “Lo agradezco igual, pero mejor si hubiera venido acompañada de un cheque”, concluyó el padre Ángel.