La Fadsp ha preparado una serie de alegaciones al citado proyecto y en ellas critica también que la futura receta electrónica no incluya elementos que de manera automática adviertan al médico y al paciente sobre posibles incompatibilidades entre los medicamentos prescritos o con las enfermedades del usuario.

Del mismo modo, Defensa de la Sanidad Pública denuncia que el proyecto no modifique la actual manera de prescripción y dispensación de medicación estupefaciente, muy burocrática, a su juicio.

Esta forma de prescripción, argumenta, ha colocado a España entre los países de más bajo consumo de medicación narcótica prescrita legalmente "y por debajo de los niveles recomendados por el consenso y las autoridades sanitarias internacionales".

En cualquier caso, la federación sanitaria considera "positivo" que por primera vez se establezca un modelo obligatorio y único de receta tanto para la sanidad pública como para la privada, que se regule mejor la dispensación hospitalaria y que se incorpore también la receta electrónica para todos los ámbitos.

Ve, en definitiva, el proyecto como una mejora del modelo actual, ya que facilita la implantación y operabilidad de una futura historia electrónica unificada.