El Gobierno foral acometerá esta rebaja de impuestos, cifrada en total en 75 millones, para que "los navarros no estén en peores condiciones que el resto del Estado" tras la reforma fiscal aprobada por el Ejecutivo central.

En el IRPF se recuperan los tipos del año 2011 salvo para las rentas más altas y se aumentan las reducciones del mínimo personal y familiar. Además, incorpora nuevas bonificaciones para apoyar a las familias con niños o dependientes y se reducen los impuestos a los ahorradores: el tipo máximo será del 24%, frente al 27% actual.

A diferencia de la reforma estatal, se mantendrá el número de tramos, que en Navarra son 10. Se elimina íntegramente el gravamen complementario para los seis primeros tramos, es decir, para las rentas hasta 53.407 euros; esta supresión se realizará en dos partes, un 50% en 2015 y el resto en 2016.

En Patrimonio, la propuesta equipara la regulación de Navarra con la de la mayoría de comunidades autónomas. En Sociedades, se pasa de tres tipos y un amplio abanico de deducciones a un tipo único del 20% y mantenimiento sólo de las deducciones que incentiven a las empresas a generar economía y empleo. Éstas últimas se incrementarán.