Greenpace afirma que la dependencia energética exterior de la UE crecerá un 7,4% en 2030

- Presenta una ‘hoja de ruta’ con “objetivos climáticos ambiciosos” para que las importaciones de energía bajen ese año más de un 45%

MADRID
SERVIMEDIA

La dependencia energética exterior de la UE costará unos 452.000 millones de euros en 2030, lo que supone un 7,4% más respecto de los 421.000 millones de euros actuales, teniendo en cuenta el plan de seguridad energética aprobado el pasado mes de mayo por la Comisión Europea.

Así lo afirmó este miércoles Greenpeace, que presentó su informe ‘Hoja de ruta energética para Europa: hacia un suministro independiente y sostenible’, con el que, a través de investigaciones del Instituto Alemán de Termodinámica, propone “objetivos climáticos ambiciosos” para que la factura de la UE se reduzca más de un 45% en 2030.

El documento de Greenpeace muestra que, aplicando el plan de la Comisión Europea, las importaciones seguirían siendo “altas” y que la energía importada únicamente se reduciría en un 11% para 2030, comparado con 2010.

Además, la factura anual europea de importaciones aumentaría de los 421.000 millones de euros actuales a 452.000 millones en 2030 y la UE aún necesitaría traer el 54% de su energía del exterior, prácticamente la misma cantidad que hoy en día (53%).

Greenpeace explicó que, durante el Consejo Europeo que se celebrará este jueves y este viernes, los líderes de la UE deben examinar las propuestas de la Comisión Europa de un plan de seguridad energética para Europa y una propuesta de objetivos climáticos y energéticos. El Ejecutivo comunitario propone los siguientes objetivos para 2030: una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% y alcanzar una cuota de energías renovables del 27%.

Sin embargo, el informe de Greenpeace señala que la UE perderá una gran oportunidad para avanzar de verdad hacia su independencia energética si se limita a esos objetivos. Las principales metas que propone para 2030 con el fin deconseguir una mejora macroeconómica y la creación de empleo son alcanzar una cuota de renovables en el mercado energético del 45%, un 40% de ahorro energético (en comparación con 2005) y un 55% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (en comparación con 1990).

FIN DE LAS IMPORTACIONES DE CARBÓN

Esto representaría, según Greenpeace, una reducción del 35% en las importaciones de gas y un recorte del 45% en las importaciones de petróleo más que el plan propuesto por la Comisión Europea, y la necesidad de importaciones de carbón cesarían por completo antes del final de la próxima década.

"Cada euro gastado en las energías renovables es una inversión en la seguridad del suministro y la seguridad en el empleo. Una combinación de las energías renovables y el aumento de la eficiencia energética no sólo es buena para el clima, también es la mejor receta para mejorar la seguridad energética de la UE. La dependencia de Europa de los combustibles fósiles y las importaciones costosas e inseguras son dos caras de una misma moneda", declaró Sven Teske, experto en energía de Greenpeace y autor principal del informe.

Hasta ahora, la UE ha tratado la seguridad energética y los problemas relacionados con el clima como dos asuntos distintos. El informe de Greenpeace subraya que no se pueden separar ambas problemáticas, pues los objetivos para 2030 ofrecen el potencial de reducir drásticamente las importaciones de combustibles fósiles traídos desde Rusia y otros lugares.

(SERVIMEDIA)
25 Jun 2014
MGR/pai