Así lo manifestaron fuentes de Unicef durante la presentación del informe ‘La infancia en España 2014. El valor social de los niños: hacia un Pacto de Estado por la Infancia’.

Eso sí, la apertura de los comedores en verano debería llevarse a cabo en el marco de otras acciones que hicieran más agradable la estancia de los niños, realizando por ejemplo actividades lúdicas.

Para esta ONG, se trata de “una medida de emergencia”, que aunque debe adoptarse, debería ir acompañada de un plan integral que protegiera a los menores de familias sin recursos, para que puedan comer en sus casas “y no se dé esta situación cada verano”.