La ministra española de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, valoró este acuerdo después de años de parálisis y señaló que, pese a los informes favorables de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, “nos encontrábamos con una situación permanente de bloqueo, lo que está causando que la Unión Europea sea una isla en el desarrollo de la tecnología aplicada a la agricultura”.

En este sentido, Tejerina, que apuntó que “la posición de España ha sido siempre la de apoyar nuestras decisiones sobre las evaluaciones realizadas por científicos y técnicos independientes”, deseó que los países que lo deseen puedan aplicar esta tecnología en sus campos “y no nos quedemos aislados de lo que está sucediendo en otras partes del mundo”.

"En España llevamos tiempo cultivando estos productos sin ningún problema”, añadió Tejerina, al tiempo que destacó que el cultivo de transgénicos puede ayudar al sector ganadero español, que paga un precio más alto por los piensos porque España no tiene acceso a tecnologías que permitan mejorar la producción.

Tejerina precisó que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria “dará todas las garantías para que estos cultivos se desarrollen sin ningún impacto negativo para el medio ambiente ni para la salud de las personas”.

Por otra parte, Tejerina señaló que los países de la UE son conscientes de la importancia de avanzar en el denominado ‘paquete climático’ por su enorme importancia en la lucha contra el cambio climático y por las repercusiones energéticas que tienen para todos los países.

“España apoya el compromiso de reducción de emisión de gases de efecto invernadero en un 40%, pero somos conscientes de que, para alcanzar ese punto, es necesario mejorar el mercado interior de la energía”, apostilló, antes de considerar necesario el avance en las interconexiones para contar con unos mixes energéticos más equilibrados que puedan paliar el cambio climático.