La mayoría absoluta de los populares bastó para rechazar esta iniciativa en la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible de la Cámara Baja, mientras que el resto de los grupos parlamentarios votaron a favor de la proposición no de ley.

Patricia Blanquer, del PSOE, señaló que el cinturón es “un elemento esencial de seguridad y probablemente el que más contribuye a salvar vidas” en los autobuses, como ocurrió en el reciente accidente de la BA-051, que une Castuera y Puerto Hurraco (Badajoz), cuando cinco menores murieron al chocar el microbús en el que viajaban con una retroexcavadora, mientras que otras 13 personas se salvaron al llevar puesto el cinturón de seguridad.

Blanquer indicó que, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el 71% de los autobuses que circulaban por carretera en 2012 fueron matriculados antes de 2007, por lo que no estaban obligados a llevar cinturones de seguridad, lo que supone unos 40.000, “un número lo suficientemente alto como para que se adopten las medidas oportunas para que se corrija esta situación en pro de la seguridad vial” en “un plazo razonable”.

Reconoció que “la crisis económica no permite a muchas empresas de autocares renovar la flota” (de hecho, un 47% de los autobuses tienen una antigüedad superior a 10 años) y el Reglamento General de Circulación no obliga a llevar cinturón de seguridad a los vehículos que no lo tenían instalado antes de 2007.

“TÉCNICAMENTE NO ES TAREA FÁCIL”

Blanquer recordó que el Plan VIVE Autobuses 2009-2010 permitió la renovación de 1.307 vehículos en 2010 con una inversión en créditos blandos de 256 millones de euros.

En este sentido, pidió que el Gobierno abra líneas de crédito dirigidas a empresarios autónomos y empresas de transporte para financiar la renovación del parque o, en su caso, la instalación de cinturones de seguridad, tanto en microbuses como autobuses y autocares destinados al transporte urbano o interurbano de corto y largo recorrido, de transporte regular o discrecional y turístico para que, en un plazo máximo de dos años, todos los vehículos dedicados al transporte de viajeros lo lleven instalados.

Además, la proposición no de ley recogía que el nuevo Reglamento General de Circulación establezca como obligatorio que todos los autobuses lleven instalados cinturones de seguridad, sea cual sea su fecha de matriculación, estableciendo un periodo transitorio de dos años para que puedan adecuar sus sistemas de seguridad.

La iniciativa quedó rechazada con los votos del PP. La diputada Águeda Fumero justificó el rechazo de los populares señalando que “el Gobierno está haciendo grandes esfuerzos para mejorar el acceso a la financiación de las empresas” con la reciente aprobación del Plan de Medidas para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia, que incluye el Plan PIMA Transporte para, con una inversión de 405 millones de euros, sustituir 2.500 vehículos pesados de la flota profesional de mercancías y pasajeros por otros más eficientes.

Además, Fumero apostilló que la instalación de cinturones de seguridad en los autobuses matriculados antes de 2007 “técnicamente no es tarea fácil” porque, según añadió, “en muchos casos tienen estructuras que no fueron diseñadas para soportar los esfuerzos que suponen los anclajes de los cinturones”.