Las donaciones de pulmones y corazón se encuentran entre las más bajas en España
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La donación de órganos torácicos como el corazón y los pulmones es muy reducida en España. Esta es la principal conclusión que se extrae del III Congreso de la Sociedad Española de Trasplantes (SET) que se está celebrando en Valencia.
“En donantes menores de 45 años, los cuales no debieran tener estructuralmente afectados estos órganos, la tasa de obtención de los mismos sigue siendo muy reducida, bien por disfunción ventricular moderada por la tormenta arrítmica del encajamiento cerebral en el corazón o el colapso de alveolos, edema pulmonar o atelectasias en el de pulmón”, explicó el doctor Eduardo Miñambres, coordinador autonómico de trasplantes de Cantabria.
El objetivo que busca la comunidad médica es que los injertos cardiacos o pulmonares que estructuralmente sean sanos, aunque estén funcionalmente dañados por la muerte encefálica, puedan ser tratados adecuadamente hasta el punto de mejorar su función y hacerlos aptos para la extracción y trasplante posterior.
“Es imprescindible un cambio de mentalidad, de forma que todos los dispositivos y recursos tecnológicos que de forma habitual se utilizan en un paciente crítico, sean utilizados en un fallecido donante de órganos, de cara a incrementar el número y la calidad de los injertos”, subrayó el doctor Miñambres.
El tratamiento del donante ha mejorado mucho en los últimos años, de forma que se han obtenido muy buenos resultados de supervivencia en donaciones pulmonares y cardiacas procedentes de donantes de edad avanzada. Actualmente, la supervivencia media a los cinco años de producirse la intervención está próxima al 70% en el caso del trasplante de corazón y en torno al 55% en el de pulmones, según los participantes en el congreso.
A pesar de ello, siguen siendo “insuficientes” y los expertos médicos proponen para aumentar su número no considerar el mantenimiento del donante de órganos como algo pasivo.
En los últimos años, la comunidad médica cuenta con una nueva técnica que le permite valorar la viabilidad de los injertos pulmonares y cardiacos marginales que de otra forma serían descartados para trasplante: el uso de dispositivos de preservación ‘ex vivo’, que posibilitan colocar los órganos en un recipiente que simula las condiciones del cuerpo humano, lo que aumenta el éxito de la intervención y reduce el riesgo de rechazo.
“Esta técnica ya es una realidad que va a permitir mejorar funcionalmente dichos órganos de forma que se rescaten injertos que inicialmente no cumplirían criterios de idoneidad para ser trasplantados”, concluyó el doctor Miñambres.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 2014
MST/pai