Según estos datos, el 60% de los directivos encuestados no prevé que en 2010 consiga superar la crisis, y tres de cada cuatro espera que el nuevo año se cierre igual o peor que 2009. Además, un 71,4% no cree que su empresa vuelva a crecer al ritmo de antes de la crisis hasta el 2011 o más allá de 2012.

Sólo el 25,7% de los 1.000 empresarios encuestados por Adecco espera obtener más beneficios en 2010 que en 2009, mientras que el resto prevé que sea igual o peor que el año pasado: el 40,9% prevé que cerrará este año igual que 2009, el 20,8% que lo hará con menos beneficios, el 4,9% con más pérdidas, y el 8,2% con menos pérdidas pero seguirá en números rojos.

Ante un panorama como este, el 77,4% de los empresarios no tiene previsto ampliar su plantilla a lo largo de los próximos meses. Mientras, sólo el 14,5% tiene intención de contratar y un 8,1% no sabe o no contesta.

Entre los que sí que tienen intención de ampliar el número de trabajadores de su empresa, casi un 70% lo hará en el primer semestre de 2010.

No obstante, se trata de un crecimiento muy prudente: para el 48,3% será inferior al 5% de su plantilla.

La mitad de estas contrataciones será de personal base, el 29,4% de puestos técnicos, un 17,6% será mandos intermedios y un 2,9% directivos, según los encuestados.

Los empresarios que tienen previsto aumentar la plantilla tampoco tienen claro el tipo de contratación que realizar ante la incertidumbre económica. Por eso, un 41,4% asegura que alternará los contratos temporales con los indefinidos, dependiendo del puesto a cubrir, mientras que un 31% de los encuestados afirma que por el momento sólo realizará contratos temporales hasta que la situación se estabilice, mientras el 27,6% dice que toda la ampliación de su plantilla se formalizará con contratación indefinida.

Finalmente, parece haber un cierto consenso sobre la política retributiva que tienen pensada los empresarios para este año: cerca de la mitad prevé aumentar únicamente el IPC a sus empleados, frente al 27,8% que directamente realizará una congelación salarial.

Otros empresarios, en cambio, actuarán según el rendimiento de sus trabajadores: un 19,6% subirá el sueldo el IPC a todos y un porcentaje mayor a aquellos empleados que se lo merezcan, y un 5,7% afirma que sólo les aumentará el IPC a los más productivos y se lo congelará al resto.