Así se expresó la Coordinadora de ONGD durante el acto de presentación de los resultados del proceso de auditoria que denomina 'Herramienta de Transparencia y Buen Gobierno', una iniciativa que prepara a estas organizaciones para el cumplimiento de la Ley de la Transparencia. En esta ocasión, un 28% más fueron auditadas por personal externo y cuatro de cada cinco organizaciones superaron esta auditoría de forma satisfactoria.

A pesar de que la auditoría la realiza una empresa externa, las pautas para ejecutarla vienen marcadas por la Coordinadora, concretamente por la herramienta “pionera y basada en criterios objetivos”, que aplican por segundo año consecutivo, de acuerdo con su vocal de Transparencia y Rendición de Cuentas, Olivier Longué.

En este proceso intervienen más de 71 indicadores, ponderados según su importancia. Algunos de ellos son catalogados como de “inexcusable cumplimiento”, por tanto, superar la prueba supone que las ONGD deben tener un listado de sus benefactores de forma pública, al igual que sus presupuestos o limitar la concentración de cargos en la organización.

Elena Méndez, responsable de Estudios y Rendición de Cuentas de la Coordinadora, puso énfasis al señalar que las ONGD que se han sometido a esta herramienta controlan 730 millones de euros, el 80% de los fondos de este sector.

Otro punto destacado fue que la herramienta está superando las fronteras españolas y va más allá de las ONGD. Diversas empresas están valorando que superar esta herramienta sea imprescindible para acceder a subvenciones que convocan y países europeos y latinoamericanos están interesados en la herramienta, según aseguraron los portavoces de la coordinadora.

"Sin embargo, esta herramienta pude servir de inspiración o de punto de partida; pero está hecha por y para las ONGD españolas", matizó Olvier Longué.

Longué manifestó que el auge de la herramienta es la prueba de que las ONGD están “apostando por la transparencia en momentos difíciles”. En los últimos años de crisis se ha puesto de manifiesto la dependencia de las ONGD de un solo benefactor, especialmente entidades públicas, señaló el portavoz. Ante esto, “la herramienta pretende crear la norma de que un benefactor no debe aportar más del 50% de los fondos, así lo establece uno de nuestros indicadores”, añadió.

A pesar de esta “norma”, que se intenta implantar, actualmente más del 22% de las ONGD existentes dependen en más del 50% de un benefactor. El resto de los retos principales para estas organizaciones son la paridad entre géneros en los órganos de gobierno, realizar y publicar las estimaciones de ingresos y la participación en las actividades de la coordinadora.

José María Viadero, director de la ONGD Juan Ciudad, explicó, por su propia experiencia, que la transparencia y el buen gobierno pueden suponer una mejora interna que transciende a la organización. En su caso, fue un germen de transparencia y buen gobierno a todo lo que rodea a la fundación.

La situación de Juan Ciudad, fundación que pertenece a la orden religiosa y centenaria San Juan de Dios,fue un tanto particular, explicó Viadero, ya que la transparencia era interpretada como un ejercicio casi de vanidad y es que su lema, hasta que comenzaron a trabajar con la herramienta, era: “que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha”.

A pesar de las reticencias iniciales, especialmente a la hora de publicar las cuentas, Juan Ciudad, ha terminado por hacer de la transparencia y el buen gobierno una forma de implicarse más con otras organizaciones similares y de avanzar, según el propio Viadero.