Una de las primeras actividades que se van a llevar a cabo a partir del acuerdo será analizar el método de transmisión de los mensajes de prevención cardiovascular entre aquellas personas que precisan de otros métodos a la hora de recibir la información, como es el caso del braille.

Según las entidades firmantes, una vez detectadas las principales carencias en estos sistemas de comunicación e interacción, se podrá mejorar su desarrollo para que la recepción de los consejos cardiovasculares resulte más efectiva.

El doctor Leandro Plaza, presidente de la FEC, considera que este sector de la población “presenta unas necesidades adicionales que hay que tener en cuenta a la hora de inculcar los hábitos que protegen la salud cardiovascular”. Desde la FEC, conjuntamente con Fundación ONCE, “queremos mejorar el desarrollo de estos planes de prevención para adaptarlo y lograr que el mensaje llegue de manera más efectiva a las personas con discapacidad”.

Por su parte, según el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso, “es importante hacer un diagnóstico precoz de las consecuencias asociadas a cada discapacidad para poner soluciones”. En su opinión, no hay que centrarse sólo en la discapacidad o enfermedad, sino también “en el deterioro que llevan consigo para poder buscar soluciones”.

Desde la FEC insisten en la necesidad de mantener una buena salud y para ello recomiendan dejar el tabaco, controlar el colesterol y la tensión arterial, mantener un peso óptimo, hidratarse a menudo, seguir una dieta mediterránea y practicar ejercicio físico una media de 30 minutos al día. Todas estas precauciones reducen los factores de riesgo cardiovascular y por tanto, las probabilidades de padecer una patología del corazón.

Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades del corazón y del sistema coronario se cobraron la vida de más de 122.000 personas en 2012, un 30,3% del total de muertes en España.