Así lo confirmó el secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo, en un encuentro informativo en el que estuvo acompañado por el obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Juan José Omella, y el presidente de Cáritas Española, Rafael del Río, que presentaron el Día de la Caridad, que se celebrará coincidiendo con la festividad católica del Corpus Christi el próximo 22 de junio, con el lema ‘Construyamos espacios de esperanza’.

Gil Tamayo destacó que para la Iglesia “lo primero” es la caridad y animó a colaborar con la ONG “a todas personas de buena voluntad, no sólo a los católicos, que valoran el papel de Cáritas en esta situación de crisis, para hacer llegar la solidaridad y contribuir a la vertebración social de nuestro país”. La aportación, aprobada en la Asamblea Plenaria del pasado noviembre, va con cargo a los presupuestos de 2014.

Durante su intervención, Rafael del Río subrayó que los fondos se dedicarán “íntegramente” a apoyar proyectos contra la crisis que llevan a cabo cada una de las 70 diócesis de España. “Se destinarán a ayudas de emergencia, de vivienda y de búsqueda de empleo”, concretó, para “paliar la situación de las personas que están en condiciones de mayor vulnerabilidad”. Del Río recordó que, al margen de esta aportación extraordinaria, “gran parte de los recursos de Cáritas proceden de la Iglesia católica”.

Por su parte, Omella se centró en el mensaje que los obispos han preparado para el Día de la Caridad, en el que invitan “a mirar la realidad, a no cerrar los ojos a lo que tenemos en nuestro entorno”, en especial “hacia los que más sufren”. “Se puede mirar desde las empresas, desde los bancos, desde el mercado... Pero nosotros invitamos a mirar desde los que sufren, desde los parados, desde los excluidos, desde los recortes sociales y desde los sufrimientos de la gente. Y entonces la realidad aparece de otra manera”, concretó.

“También a los obispos nos duelen los datos que nos ha dado el informe Foessa, que son muy claros, muy concisos y muy reales”, así como, dijo, les duele “la gente que muere de hambre en el mundo”.

A este respecto, el presidente de Cáritas recordó que “los datos son los datos”. “La misión de Cáritas es ayudar a quien lo necesita y la opinión de los demás nos da igual”, dijo en referencia al malestar que causaron en el Gobierno los datos publicados por la ONG de la Iglesia.

Por su parte, Gil Tamayo apostó “por la inclusión y no por la exclusión de los inmigrantes” para lograr una “economía social de mercado”, algo en lo que trabaja la Iglesia, aunque esa labor no llegue a toda la sociedad. “Muchas veces se hacen las cosas y no se llama la atención y está ahí de una manera constante ese riego constante de manera solidaria y de caridad”, recordó. Sin embargo, concluyó: “No pensemos que la Iglesia tiene que ir con un cartel ‘patrocinado por’ al uso del ‘marketing’ más al uso. La iglesia está detrás, delante, en medio y detrás de la acción caritativa”.