En declaraciones a la cadena Cope recogidas por Servimedia, el obispo de Guadix aseguró estar “convencido de que lo fundamental son las relaciones humanas”, por lo que hay que cuidarlas “mucho”. “Detrás de cada periodista, sacerdote u obispo hay una persona”, agregó.

Por ello, pidió a los comunicadores “que se acerquen con sencillez a las cosas de la Iglesia”, pues esta “sólo tiene una misión, que es anunciar a Jesucristo”, reforzando el lema ‘La comunicación al servicio de una cultura del encuentro’ de la Jornada de las Comunicaciones Sociales que la institución celebra este domingo, coincidiendo con la festividad de la Ascensión.

Como presidente de la citada comisión, García Beltrán también pidió a los católicos cuidar ese acercamiento y tendió una mano “a todos los que se mueven en el campo de la comunicación social”. “La Iglesia tiene una buena noticia que no impone a nadie, sino que propone. Yo sería una mala persona si no hablara de Jesucristo que es lo mejor”, dijo.

El prelado también se refirió a las polémicas suscitadas en las últimas semanas a través de las redes sociales, en las que algunos usuarios agreden verbalmente o amenazar a otros por cuestiones ideológicas. Por ello, recordó que “los medios siempre tienen que estar al servicio del hombre y nunca en contra” y mostró su preocupación por “ciertos radicalismos que crean barreras a través de las redes sociales”, pues ofrecen una “ambivalencia” que permite “agredir en el anonimato”. “La sociedad tiene que poner sus medios para que esto no ocurra”, sentenció.

No obstante, por su experiencia como tuitero, García Beltrán también valoró que gracias a las redes sociales “estamos en una época de esencias y estos nuevos medios de comunicación nos hacen ir a la esencia”, como en su opinión ha ocurrido en las recientes Elecciones Europeas. “Son los mensajes sencillos los que llegan e impactan”, agregó.

Finalmente, hizo un llamamiento a los cristianos para dar testimonio y “perder los complejos” y dejar de estar “encerrados”: “Los cristianos en las redes son también cristianos en la vida pública. Necesitamos cristianos en la vida pública. Hay cierta censura de los cristianos en la vida. Pero no tenemos que estar los sacerdotes donde tienen que estar los seglares. Muchas veces un joven puede llegar a través de las redes sociales a mucha más gente que a la que puedo llegar yo como obispo”.