El secretario general de AI, Salil Shetty, señaló que esta conmemoración era “una prueba” ante las promesas del presidente de China, Xi Jinping, de una mayor apertura y reforma del país. “Pero Xi ha optado por la represión”, añadió.

Shetty, que se encuentra esta semana en Hong Kong para asistir a las conmemoraciones de Tiananmen, afirmó que “la respuesta de las autoridades chinas ha sido más dura que en años anteriores, ya que insisten en tratar de acabar con la memoria de los acontecimientos del 4 de junio”.

Amnistía Internacional subrayó que en las últimas semanas fueron detenidos el abogado de derechos humanos Pu Zhiquiang y el periodista Gao Yu, en tanto que Ding Zilin, portavoz de las Madres de Tiananmen, fue puesta bajo arresto domiciliario.

Recalcó que, en estos 25 años, los familiares de las víctimas han asumido “un gran costo personal” y que la mayoría de las Madres de Tiananmen son ahora ancianas y un buen número de miembros originales de este grupo han fallecido.

"Los líderes chinos deben dejar de jugar a la política con la Historia y, en su lugar, hacer justicia a las víctimas. Estas familias devastadas merecen un relato completo y abierto de su Gobierno”, dijo Shetty, quien añadió que “no es demasiado tarde para que Xi cambie el rumbo e inicie una investigación abierta e independiente sobre la violenta represión de 1989”.

En este sentido, Amnistía Internacional pidió al Gobierno chino que reconozca públicamente las violaciones de derechos humanos que se produjeron durante la represión de Tiananmen de 1989, que ponga en marcha una investigación abierta e independiente y los responsables de estas violaciones rindan cuentas, que ofrezca una compensación a las víctimas y que cese el hostigamiento y la persecución de quienes conmemoren o hablen de las protestas.