En general, las antiarrugas no funcionan, "prometen más de lo que hacen", sostiene OCU, ya que la mejor valorada sólo obtiene un bien de nota media.

Las mediciones, con aparatos y análisis de imágenes para ver los cambios en profundidad de las arrugas o la hidratación, se hicieron el día cero, antes de usar las cremas, y cuatro semanas después. Cada producto fue comparado con un producto control o estándar de eficacia conocida.

"Los resultados, decepcionantes en casi todos los casos. En sus publicidades y envases dicen y prometen más de lo que son capaces de cumplir. No eliminan arrugas, apenas las reducen", afirma la OCU.

Los resultados de los análisis concluyen que sólo dos cremas reducen las arrugas comparándolas con el producto estándar. Con el resto apenas se nota diferencia o está igual que el día antes de iniciar el tratamiento. Respecto a la hidratación, que es esencial para mejorar el aspecto de las arrugas y el cutis, hay tres de las 14 analizadas que hidratan poco.

Asimismo, existen grandes diferencias de precios por envase que no

corresponden a una mayor eficacia. La horquilla de precios de las cremas sometidas a análisis por OCU oscila entre los tres y los 113 euros. "Se trata de una diferencia de precios abismal teniendo en cuenta además que, en esta ocasión, las cremas antiarrugas analizadas por OCU que han obtenido resultados más satisfactorios corresponden a las más económicas", afirma el informe.

Las cremas más caras son las que se distribuyen en las secciones de alta perfumería. Por tanto, salvo que se valore mucho el trato y el asesoramiento que ofrecen, OCU advierte de que "se ahorrará mucho dinero si se eligen otras marcas que no se venden por este canal".

Sobre el etiquetado, todas las cremas analizadas cumplen la ley, aunque en algunas de ellos es mejorable. "Sin embargo, sorprende la literatura que acompaña a estos productos llena de promesas y reclamos que no están apoyados en evidencias científicas rigurosas", subraya la OCU.