La nueva estrategia subraya la necesidad de coordinar las decisiones nacionales en materia de política energética y la importancia de hablar con “una sola voz” en las negociaciones con socios externos, según informó este miércoles la Comisión en un comunicado.

Las propuestas de la Comisión, en particular las medidas para garantizar la continuidad del suministro durante este invierno, serán objeto de debate entre los jefes de Estado o de Gobierno de la UE en el Consejo Europeo de los días 26 y 27 de junio.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, señaló que aunque es mucho lo que la UE ha hecho tras la crisis del gas de 2009 para aumentar su seguridad energética, todavía “sigue siendo vulnerable”.

“La tensión generada en Ucrania viene a confirmar nuevamente ese mensaje”, afirmó Durao Barroso, que resaltó la necesidad de tomar nuevas medidas ante la dependencia general de las importaciones energéticas, superior al 50%.

ACCIONES

Para hacer frente a los problemas de seguridad de suministro, la Comisión propone realizar el mercado interior de la energía y construir los enlaces de infraestructura que faltan. En concreto, ha identificado unos 33 proyectos de infraestructuras “esenciales” para la seguridad energética de la UE.

Además, la parte ejecutiva de la UE propone ampliar al 15% el objetivo de interconexión de la capacidad eléctrica instalada de aquí a 2030, teniendo en cuenta al mismo tiempo los aspectos relacionados con los costes y el potencial de intercambios comerciales en las regiones consideradas. No obstante, los Estados miembros ya se comprometieron a garantizar un 10% de interconectividad en 2020.

De igual forma, aboga por diversificar países suministradores y rutas de tránsito, y aunque la Comisión “mantendrá su relación con socios fiables, procurará estrechar lazos con nuevos países asociados y rutas de suministro”.

Reforzar los mecanismos de emergencia y solidaridad y proteger las infraestructuras críticas, aumentar la producción de energía autóctona, aumentar la eficiencia energética y hablar con “una sola voz” en la política exterior en materia de energía son otros de los principales objetivos.