En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría reconoció haber visto el debate de televisión entre Arias Cañete y Valenciano, tanto por "obligación" como por que "estas cosas también nos llaman".

Sin embargo, aseguró que no puede "hacer valoraciones del debate desde esta mesa", en la que comparece cada viernes para explicar los acuerdos del Consejo de Ministros. "Estamos obligados, como es lógico, a la neutralidad", dijo.

Ni siquiera quiso apuntar si, a su juicio, el debate de televisión ha servido para movilizar a los ciudadanos ante una cita con las urnas en las que se prevé una abstención superior al 50%. "Es bueno que haya debate sobre lo que Europa representa y hasta ahí puedo decir", remachó.

Preguntada expresamente sobre la polémica que ha generado Arias Cañete al admitir que no se comportó en el debate como es realmente y que estuvo cohibido para no parecer machista, Sáenz de Santamaría se mostró sorprendida por el revuelo que ha generado y apuntó que ella también "ha escuchado determinadas cosas" en los últimos días pero "nadie dijo nada y no han pasado muchos días".

Fuentes gubernamentales explicaron posteriormente que la vicepresidenta se refería a un mensaje que un diputado del PSC publicó en las redes sociales la semana pasada, en la que se preguntaba si Sáenz de Santamaría había fregado escaleras alguna vez. "Yo también tengo mi historial y mi manera de ver estas cosas y me llaman la atención algunas cuestiones", añadió para tratar de ser "muy prudente".

Sáenz de Santamaría rechazó las acusaciones de machismo que el PSOE ha lanzado a raíz de las palabras de Arias Cañete y defendió que el Ejecutivo del Partido Popular trabaja "por la igualdad real de los hombres y mujeres en este país" y piensa seguir haciéndolo el resto de la legislatura.