El presidente del Gobierno lideró la representación institucional que permaneció durante más una hora en el interior del Palacio de los Guzmanes de León donde se ha instalado la capilla ardiente de la política leonesa. En declaraciones a los medios, Rajoy se mostró “muy triste” por un suceso "que no tiene remedio y que provoca el pesar, dolor y sentir de toda la sociedad española".

El máximo responsable del Gobierno expresó su "apoyo" y "afecto" a la familia, amigos, diputados provinciales y compañeros de corporación local de Isabel Carrasco, a quien definió como una mujer "muy competente, tenaz, trabajadora e inteligente, que dedicó su vida a la política" y a la que atribuyó una gran generosidad en su entrega a las siglas del PP.

Rajoy también aludió a su relación con la fallecida a quien conocía desde hace muchos años. "Tengo que decir que a mi siempre me ayudó y estuvo ahí y me apoyó en los momentos difíciles, porque apoyar en los buenos momentos es muy fácil", dijo.

El presidente del Gobierno estuvo acompañado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y por los presidentes de Castilla y León y Galicia, Juan Vicente Herrera y Alberto Nuñez Feijoo, entre otros dirigentes populares. Tras su paso por la capilla ardiente, la delegación institucional se trasladó a la sede de la formación en León y esta tarde asistirán a la misa funeral que se celebrará en la Catedral leonesa.

Mientras, son centenares los ciudadanos que están dando su último adiós a Isabel Carrasco en la capilla ardiente instalada en el salón de plenos de la Diputación provincial como muestra la larga cola que aguarda para poder acceder al recinto.