La ONU confirma crímenes contra la humanidad en Sudán del Sur
- Amnistía Internacional evidencia crímenes de guerra y de lesa humanidad en este país, el más joven del mundo
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La Misión de la ONU en Sudán del Sur (Unmiss, en sus siglas en inglés) afirmó este jueves que las partes enfrentadas en Sudán del Sur han cometido crímenes contra la humanidad desde que el conflicto armado comenzara el pasado mes de diciembre en este país, el más joven del mundo, ya que obtuvo la independencia de Sudán el 9 de julio de 2011.
El pasado 15 de diciembre, militares disidentes atacaron el Ministerio de Defensa y la sede del partido gobernante. El presidente del país, Salva Kir, acusó al exvicepresidente y jefe rebelde Riek Machar, de estar detrás de la asonada y desde entonces se han producido choques entre los leales a uno y otro líder.
Aunque el conflicto se desencadenó por una disputa política, ha adquirido una dimensión marcadamente étnica: los miembros de las fuerzas gubernamentales, de etnia principalmente ‘dinka’, son leales al presidente Kiir, y desertores del ejército, mayoritariamente ‘nuer’, y sus milicias aliadas son leales al ex vicepresidente Machar. Cada bando ataca sistemáticamente a los miembros de la otra comunidad étnica.
En un documento titulado ‘Conflicto en Sudán del Sur: informe sobre derechos humanos’, basado en más de 900 entrevistas con víctimas, testigos, funcionarios del Gobierno y militares, así como visitas a lugares donde se han constatado incidentes, la Unmiss corrobora su evaluación preliminar realizada el pasado mes de febrero.
Esta Misión de la ONU recoge ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, violaciones y abusos sexuales, detenciones arbitrarias, ataques deliberados contra la población civil y hospitales, y apunta que el personal y las instalaciones de la Unmiss han sufrido ataques.
El informe subraya que “hay motivos razonables para creer que violaciones graves de los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario han sido cometidos por ambos partes en el conflicto” y recomienda que se impulsen iniciativas regionales y nacionales para investigar esos actos y juzgar a los responsables, las cuales deben llevarse a cabo “de forma independiente y transparente, conforme a los estándares y principios de la legislación internacional”.
La Unmiss destaca, además, que la rendición de cuentas es clave para poner fin al legado de impunidad en Sudán del Sur, lograr la reconciliación nacional y evitar que esos crímenes vuelvan a repetirse en el futuro.
"La responsabilidad es fundamental para acabar con el legado de impunidad en Sudán del Sur y prevenir atrocidades similares en el futuro. No puede haber reconciliación sin rendición de cuentas. Pedimos un proceso de paz creíble que conduzca a la reconciliación nacional", dijo la representante especial del secretario general de las Naciones Unidas en Sudán del Sur, Hilde F. Johnson.
AMNISTÍA INTERNACIONAL
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) recoge en su informe ‘Ningún lugar seguro: civiles atacados en Sudán del Sur’, hecho público también este jueves, que las dos partes en conflicto en este país han cometido “horrendas atrocidades”, con ataques ataques selectivos contra civiles por su origen étnico y su supuesta afiliación política, lo que constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
El informe de AI, elaborado tras una visita sobre el terreno el pasado mes de marzo, documenta testimonios de primera mano de supervivientes de matanzas, víctimas de abusos sexuales y testigos de un conflicto que ha obligado a más de un millón de personas a huir de sus hogares y ha llevado al país más joven del mundo al borde de una catástrofe humanitaria.
Amnistía describe que las partes en conflicto han atacado sistemáticamente a civiles en ciudades y poblados, dentro de sus casas y en iglesias, mezquitas, hospitales e incluso recintos de la ONU donde habían buscado refugio.
En algunos de estos lugares, los investigadores de AI encontraron esqueletos humanos y cuerpos en estado de descomposición que eran comidos por perros. En otros lugares vieron fosas comunes, incluidas cinco en la localidad de Bor que contenían 530 cadáveres. Además, vieron viviendas desvalijadas y arrasadas por el fuego, instalaciones médicas destruidas y almacenes de ayuda alimentaria humanitaria saqueados.
“Esta investigación desvela los inimaginables sufrimientos de muchos civiles que no han podido escapar de la creciente espiral de violencia en Sudán del Sur. La población civil ha sido víctima de matanzas en los mismos lugares donde buscó refugio. Menores de edad y mujeres embarazadas han sido víctimas de violación, y personas ancianas y enfermas han muerto por disparos cuanto estaban postradas una cama de hospital”, afirmó Michelle Kagari, directora adjunta del Programa Regional para África Oriental de Amnistía Internacional.
(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2014
MGR/caa