Rajoy se manifestó en estos términos en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Servimedia, en que la incidió en que “hay que intentar tomar decisiones equilibradas, porque no podemos tener una frontera abierta por la que entre todo el mundo”.

“Las concertinas se pusieron por primera vez en 2005 y nadie dijo nada, debe ser que depende de quién gobierne; son muy habituales y se ponen en todos aquellos sitios en los que se protege una frontera", aseguró el jefe del Ejecutivo, quien reconoció que no las van a quitar.

Rajoy insistió en que sigue “dando la batalla” en Europa por que haya una política migratoria común y más medios para hacer frente a este problema, pero puso en valor que ahora lo hace “con el apoyo de todos los países del sur de Europa”.

El presidente del Gobierno reconoció que la cuestión de la inmigración le provoca “una tristeza enorme” y le ha “preocupado y ocupado mucho” desde que fue ministro del Interior en el Gobierno de José María Aznar. “La solución de medio y largo plazo es colaborar con los países en los que viven estas personas porque no tienen nada que perder”, reconoció.

En materia sanitaria, Rajoy destacó que los inmigrantes tienen derecho a la sanidad pública y gratuita en caso de “enfermedad grave, accidente, parto y en el resto son los servicios sociales”, e insistió en que la gestión de la sanidad “está privatizada en muchos hospitales españoles de comunidades gobernadas por todos los partidos”.