Fuentes populares explicaron a Servimedia que tanto la Vicesecretaría General de Organización y Acción Electoral, que dirige Carlos Floriano, como la Vicesecretaría General de Política Autonómica y Local, en manos de Javier Arenas, han advertido a sus cargos municipales de que deben implicarse al máximo en las europeas si quieren asegurarse un buen resultado en 2015.

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, también comparte esta tesis y así la expuso esta misma semana en la reunión a puerta cerrada que celebró el Comité Ejecutivo Nacional, en la que se detalló la estrategia de campaña para ganar los comicios europeos.

El cabeza de lista del PP al Parlamento Europeo, el ministro Miguel Arias Cañete, ha interiorizado el mensaje y lo está repitiendo mitin tras mitin en cada visita que realiza por España, ya que es consciente de que para ganar a la socialista Elena Valenciano necesita la implicación de las organizaciones locales del partido.

La dirección nacional del PP estima que, si sus alcaldes y concejales se vuelcan en estas elecciones europeas, el partido ganará con facilidad al principal adversario pero, además, evitará que crezca la amenaza que suponen formaciones emergentes como UPyD, Ciudadanos y VOX ante los comicios locales del próximo año.

AMENAZA DE UPYD Y CIUDADANOS

Los populares temen que estos partidos pequeños, en el caso de crecer en las elecciones europeas, incrementen su presencia municipal en ciudades medianas y localidades pequeñas en las que hasta ahora no se han planteado concurrir, ante las dificultades para elaborar una lista de candidatos.

Por eso, el mensaje que el PP está trasladando a sus alcaldes es que las europeas son una especie de test para las municipales de 2015 porque allí donde UPyD, Ciudadanos o VOX obtengan ahora una cantidad nutrida de votos presentarán una candidatura cuando lleguen los comicios locales.

La forma de evitar ese riesgo, a su juicio, consiste en evitar fugas a otros partidos entre el electorado tradicional del PP, ya que en las localidades donde estos partidos emergentes tengan escaso apoyo en las europeas tendrán más difícil elaborar una candidatura propia para el año que viene.

El PP pretende convencer así a sus alcaldes y portavoces en la oposición de que ellos son los principales interesados en que el partido gane las elecciones europeas y en que los ciudadanos que habitualmente votan con la papeleta de la gaviota no recurran a formaciones emergentes a modo de castigo contra Rajoy.

La dirección admite que el resultado de las elecciones europeas se leerá en clave nacional, ya que se trata de la primera cita con las urnas de cáracter general desde los comicios al Congreso y al Senado de 2011, en los que Mariano Rajoy arrasó con una amplia mayoría absoluta.

Sin embargo, lo que realmente preocupa en estos momentos en el PP es que el auge de UPyD, Ciudadanos y VOX rompa definitivamente la hegemonía que el partido tiene desde hace más de veinte años entre el electorado conservador y que eso se traduzca, cuando lleguen las elecciones municipales de 2015, en una pérdida notable de poder.

Por eso, el candidato Miguel Arias Cañete se afana estos días en pedir a sus compañeros de pequeñas y medianas localidades que vayan puerta a puerta para pedir el voto al PP en estos comicios. En su opinión, esta técnica es fundamental para evitar que la gente se quede en su casa en este tipo de municipios. En las grandes ciudades, el partido asume que los condicionantes para votar son otros y la marca adquiere un valor determinante.