En declaraciones a Servimedia, la portavoz de la organización no se aventuró a valorar las medidas sin conocer los textos definitivos que, según el Gobierno, buscan prevenir los abusos a menores y agilizar y simplificar los procedimientos de adopción y acogimiento.

Rodríguez recordó, no obstante, que “había muchos aspectos que ya después de 15 años de vigencia tenían que ser revisados”, puesto que la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor se aprobó en 1996.

Aldeas Infantiles SOS, cuyos representantes han participado en las consultas que se han hecho en el marco del Observatorio de Infancia, propuso al Ejecutivo que se tuvieran en cuenta tres cuestiones: la separación de hermanos, el acompañamiento en la vida adulta y los denominados 'hogares funcionales”.

Para la portavoz es fundamental que no se separen a los hermanos biológicos, pues “aunque se rompa el vínculo familiar tienen que permanecer juntos” porque “son una referencia vital para que puedan salir adelante'.

Sobre el segundo punto, el acompañamiento a la vida adulta de los jóvenes tutelados, subrayó que “hoy los chicos no están preparados para enfrentarse al mundo laboral y a la vida independiente a los 18 años”, por lo que considera que hay que establecer una serie de refuerzos para que los chicos con los que trabaja esta ONG puedan integrarse correctamente en la sociedad.

Por último, Rodríguez se refirió a los 'hogares funcionales', una forma de acogimiento familiar “donde hay unos profesionales que dan toda la posibilidad de desarrollarse como en un hogar normal”.

No obstante, auguró que “los dos anteproyectos serán una buena medida porque recogen muchas de las iniciativas que ya estaban recogidas en el Plan Nacional para la Infancia y la Adolescencia (PNIA) que se aprobó hace unos meses”. Por ello, aplaudió que Mato haya declarado que “va a primar siempre el interés del niño”, el principal objetivo de Aldeas Infantiles SOS.