Así figura en el informe económico 2013 del sector elaborado por la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), presentado este jueves por el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en la sede de su departamento.

Los 202 millones de litros de bebidas espirituosas comercializados, 67 millones de litros de alcohol puro, suponen un nuevo descenso que se traduce en una caída acumulada del sector del 40,2% desde el inicio de la crisis.

En concreto, la mayoría de las categorías presentaron descensos, como el whisky (-9,3%), vodka (-5,6%), ron (-8,6%), licores (-7,8%), brandy (-4,5) y anís (-4,9), mientras que las dos excepciones, tal y como sucedió en 2012, fueron las subidas registradas por la ginebra (5,9%) y el tequila (1,6%).

En cuanto al consumo, el whisky siguió siendo la categoría con mayor cuota de mercado, con un 27%, seguido del ron con un 17% y la ginebra, con un 15%.

España ocupa el decimocuarto puesto de Europa en cuanto al consumo de bebidas espirituosas, siendo la bebida más consumida la cerveza, que vende uno de cada dos grados de alcohol puestos en el mercado, y “el sexto país en cuanto a producción”, destacó Cañete.

El ministro destacó que los datos económicos apuntan a una “recuperación sostenida” del consumo, y valoró el compromiso del sector con el medio ambiente, con 354 millones de envases reciclados, y el compromiso con la sociedad, asociado a “moderación” y al “disfrute de la compañía”.

Durante la presentación, el director ejecutivo de FEBE, Bosco Torremocha, dijo esperar ante los “malos datos” de 2013 que los siete años de caídas lleguen a su fin y ya en el segundo trimestre del año se registren “datos positivos”.

Por canales de distribución, el de hostelería y restauración fue el que más acusó el descenso con una bajada del 8,2%, así como el hogar, que retrocedió un 2,6%.

No obstante, el canal de hostelería y restauración representó el 79% del consumo total de bebidas espirituosas, y tuvo un papel importante el turismo, ya que se estima que un 13% del gasto de los turistas en España corresponde a bebidas con alcohol.

CAE LA RECAUDACIÓN

El balance de 2013 también arrojó datos negativos en materia de recaudación, ya que, según la Agencia Tributaria, el año pasado la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas fue de 715 millones, un 3,9% menos que en 2012.

Esta menor recaudación se produjo a pesar de la subida del 10% aplicada en junio sobre el impuesto especial que grava este tipo de bebidas, aunque, en total, el sector contribuyó al erario público con casi 1.400 millones el pasado año.

Torremocha pidió una tratamiento en materia de fiscalidad que “no sea perjudicial” para contribuir a la recuperación del consumo y de las empresas, y consideró que hay margen una “mejor” y “equitativa” distribución de la carga fiscal de cara a la nueva reforma fiscal y se simplifique el sistema.

Por su parte, Cañete aseguró que el Gobierno busca un sistema tributario “equilibrado” y defendió que su departamento es “muy sensible” a sus sectores, abogó por tratar con “exquisita prudencia” la fiscalidad referida al sector agroalimentario y trabajará por el “máximo nivel de acuerdo”.

Respecto a la balanza comercial, en 2013 las importaciones se incrementaron en un 1,4%, mientras que las exportaciones continuaron su tendencia alcista con un repunte del 18%, superando los 40 millones de litros de alcohol puro.

Un 75% de estas exportaciones correspondió a brandy, cuyos principales países receptores son Filipinas, México y Estados Unidos.

El sector de los espirituosos está compuesto en un 80% por negocios familiares, pequeñas empresas y microempresas, y genera anualmente un volumen de negocio de más de 7.400 millones, el 0,7% del PIB, y más de 360.000 puestos de trabajo en 3.800 centros de producción.