El estudio muestra que el número de accidentes en relación con la cifra de trabajadores aumentó durante el año pasado a pesar de haberse registrado una caída en la cifra de siniestros.

En concreto, en 2013 se registraron 459.500 accidentes laborales que causaron baja, una cifra que supone 11.700 menos que en 2012. Sin embargo, la destrucción de empleo durante el pasado año fue mayor que esta caída en el número de accidentes laborales.

Las comunidades autónomas con una menor siniestralidad durante el pasado ejercicio fueron la Comunidad Valenciana, Cantabria y Castilla y León, con 2.170, 2.286 y 2.411 accidentes por cada 100.000 trabajadores, respectivamente.

En el lado opuesto se encuentran País Vasco, Baleares y Asturias, todas ellas por encima de los 3.100 accidentes con baja por cada 100.000 trabajadores.