Rajoy se manifestó en estos términos en la sesión de control al Gobierno en el Senado a preguntas del senador de CiU Josep Lluís Cleries después de que el parlamentario criticara que “el Estado mira poco a Cataluña” y da “la espalda a los valores, proyectos y capacidad de gobernanza” pese a realizar “una declaración de amor” a Cataluña en el debate del pasado 8 de abril en el Congreso de los Diputados.

“¿Qué quieren que hagamos, que me salte la voluntad de las Cortes y del Tribunal Constitucional (TC). No puedo hacerlo, así que imaginación señor Cleries”, aseguró Rajoy para afirmar que está “a favor del diálogo”, pero rechazar que la convocatoria se produjera sin anunciárselo con antelación al Gobierno y al Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno reclamó al senador de CiU que se ponga, también, “en el lugar del otro”. “Estoy de acuerdo en respetar los sentimientos, pero respeten los sentimientos que otras personas que pueden tener”, reclamó después de que Cleries afirmara que “querer es sentir afecto, empatía, respetar y aceptar al otro tal y como es”.

En un tono contundente, el presidente del Gobierno, que aprovechó para criticar la ausencia de Mas en el debate que se celebró en la Cámara Baja, incidió en que es su “obligación” defender la legalidad y que no puede “hacer la transferencia de la competencia y el derecho a decidir” y recordó que ese rechazo fue respaldado por el voto de la inmensa mayoría del Congreso.

“Yo estoy a favor de estar juntos y hablé de siglos viviendo juntos, de los lazos de todos tipos que nos unen, de la historia en común”, afirmó Rajoy para enumerar las consecuencias de la secesión y las renuncias que supondrían para Cataluña. “¿No se dan cuenta de por dónde va el mundo?”, reclamó.

Cleries, por su parte, aseguró que “quien habla de sangre, de división y de fronteras” es el Gobierno central porque Cataluña siempre ha sido “un solo pueblo” y cuestionó que el Ejecutivo “utiliza los escasos recursos que tiene para la recentralización”. “Nosotros los queremos para la sanidad, la educación y sevicios sociales”, defendió.

Rajoy, que criticó que para CiU “todo esté mal y sea un desastre”, defendió que “todas las decisiones” que está tomando el Gobierno “pretenden mejorar el bienestar de los españoles vivan en Cataluña o en cualquier otro lugar de España”.

“A mí el afecto no me nubla mi conciencia ni me impide ver las cosas con realismo y responsabilidad , me obliga a buscar siempre el interés general”, apuntó Rajoy.