Según indicaron fuentes judiciales a Servimedia, el precio de venta ha sido superior al primero ofertado, de 7.060.000 euros, para superar otras ofertas que se habían hecho por el inmueble.

En este momento ya han quedado ingresados en la cuenta del juzgado un total de 3.010.518,63 euros, para satisfacer las deudas generadas en el proceso de liquidación de Viajes Marsans. El resto del importe de la venta se dedicará a liquidar la hipoteca que aún pesa sobre el inmueble y a satisfacer el 6% de costes que se lleva la inmobiliaria.

El pasado mes de marzo el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco autorizó la venta del chalé a una inmobiliaria por 7,06 millones de euros, tras rechazar el recurso que interpuso la administración concursal de Díaz Ferrán en el que alegaba que ella disponía de una oferta mayor, por lo que ha dado luz verde a su venta a Bijansur, tal y como apoyó la Fiscalía.

Según exponía el magistrado en un auto, de la cifra total habrá que descontar 3,3 millones para amortizar la hipoteca; 390.000 a la comisión del 6% de la inmobiliaria; 3.327 euros a gastos de tasación y 238.975 a arquitectos, asesores y otros costes de la operación de venta.

De esta forma, alrededor de 3 millones, señala el juez, estarán a disposición del Juzgado para pasar a formar parte de la masa concursal del concurso de Díaz Ferrán.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional se mostraba a favor de vender el chalé, situado en una finca de 1.248 metros cuadrados, para asegurar “una cantidad líquida a los acreedores”, a Bijansur, ya que su oferta era la más alta de las tres presentadas y concretaba “claramente los gastos que dicha operación llevaba parejos”.

El chalet de Calvià perteneció a Díaz Ferrán hasta que salió de su esfera a través de una operación en la que participó la sociedad Quatre Bras. Dicha compañía, según la investigación del magistrado de la Audiencia Nacional, que ordenó el ingreso en prisión preventiva de Díaz Ferrán en diciembre de 2012, había al parecer colocado en noviembre de 2011 la finca a la empresa Implantación de Proyectos, del hermano del exdueño de Marsans.

Así, sospecha que ésta fue otra de las operaciones que efectuó el exempresario para ocultar sus bienes a sus acreedores con la ayuda del empresario Ángel de Cabo, también en la cárcel, ya que utilizó la misma operativa con dos locales y dos valiosos pisos situados en el barrio de Salamanca de Madrid, un yate y coches de alta gama.

El pasado diciembre, Velasco dio el primer paso para juzgar a ambos por el vaciamiento patrimonial de Marsans por delitos de pertenencia a organización criminal, insolvencia punible y blanqueo de capitales.

Velasco atribuye los mismos delitos al hijo de Díaz Ferrán, Gerardo Díaz Santamaría; a la 'mano derecha' de De Cabo, Iván Losada; su mujer, Consuelo Garrido; su cuñado, Teodoro Garrido y su secretaria, Susana Mora; los supuestos testaferros Antonio García Escribano y Enrique Pardo Manrique; al financiero Carmelo Estélles, y a Rafael Tormo, que ejercía labores administrativas.