La cifra de refugiados sirios en Líbano ya supera el millón

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Los refugiados que han llegado a Líbano huyendo de la guerra en Siria son ya más de un millón, según el último informe de Acnur/Unhcr sobre la respuesta regional a la crisis siria al que ha tenido acceso Servimedia. Estos refugiados ya constituyen la cuarta parte de la población libanesa, lo que, en proporción, significaría que a un país como España llegaran más de 10 millones de personas en tres años.
El informe indica, además, que este país de acogida está sufriendo las graves consecuencias económicas y sociales de este enorme flujo, como la caída en el comercio, el turismo y la inversión, así como el aumento del gasto público.
Es la mayor tragedia humanitaria de las últimas dos décadas, según la ONU, aunque su agencia para los refugiados, Acnur, señala que, en cuanto al número de desplazados y refugiados, el conflicto de Siria ha batido todos los récords en 60 años.
La suma de los desplazados en el interior de este país árabe a causa de la guerra y la de refugiados en países limítrofes asciende a más de nueve millones de personas, una cifra que supera ya a la de conflictos como los de Afganistán, Colombia, Sudán o Ruanda, y que amenaza con desestabilizar aún más la ya delicada situación de Oriente Próximo.
“Estas cifras no las habíamos visto en los 60 años que llevamos trabajando”, aseguró a Servimedia María Jesús Vega, portavoz de Acnur en España, que detalla: “Estos más de nueve millones entre refugiados y desplazados superan todo lo que hemos visto en todo el mundo. Solamente en 2013 salieron de Siria 1,8 millones de personas. Se trata de un éxodo masivo en muy poco tiempo. El sufrimiento de la población es brutal”.
El último informe de Acnur/Unhcr señala que después de Líbano, los otros países que más refugiados sirios están acogiendo son Turquía, con casi 680.000, y Jordania, con casi 590.000, seguidos de Irak y Egipto, que suman más de 355.000 entre los dos. De los 2,6 millones de sirios que han huido a estos países, solo el 20 por ciento se alojan en campos habilitados para ellos.
El mayor de estos campos es el de Za’atri, y está situado en Jordania. Con sus 150.000 habitantes, este campo constituye la cuarta ciudad jordana por población. La situación es más estable ahora que el pasado verano cuando a este campo llegaban entre 2.000 y 3.000 nuevos refugiados al día. En la actualidad, el campo cuenta con servicios básicos y escuelas.
Mucho peor es la vida en otros asentamientos, según describió a Servimedia Marco Rotunno, jefe de la misión en Jordania de la ONG española Fundación para la Promoción Social de la Cultura (FPSC): “En los campamentos informales las condiciones de vida son de una penuria extrema, pues carecen de servicios básicos, más que aquellos que las ONG o algunas agencias de Naciones Unidas hayan podido suministrar: carecen de infraestructuras sanitarias, muchos de ellos no tienen letrinas, y los que disponen de ellas cuentan con una fosa séptica que se desborda de restos fecales y orina, y se forman charcos donde casi siempre encontramos niños jugando”.
"TERRENO SEMBRADO DE MINAS"
El número cada vez mayor de refugiados tiene un efecto desestabilizador en toda la región. Vega es tajante respecto a la situación en Líbano: “Venimos alertando desde hace mucho tiempo de que esto es un problema que puede dar al traste con la situación de seguridad a nivel regional e internacional. Se están produciendo enfrentamientos entre grupos armados, ha habido incursiones de los grupos en conflicto dentro del territorio libanés. Es un terreno sembrado de minas”.
A las tensiones bélicas y políticas se añaden las sociales, pues las comunidades de acogida también sufren escasez y carestía de agua y alimentos, falta de medios y recursos, y soportan una cada vez más alta tasa de desempleo y una galopante inflación en los precios, en gran parte provocada por la llegada masiva de refugiados.
Otra zona de máximo riesgo es el norte de Jordania, donde ahora casi la mitad de la población es siria. El Gobierno jordano no puede hacer frente a las necesidades cada vez mayores, y aquí también se han disparado los precios de los alimentos, los alquileres, la gasolina, etcétera. Aunque lo peor, asegura Rotunno, es la escasez de agua: “El país es uno de los más pobres en recursos hídricos. La situación suele empeorar durante el verano, y este año se prevé una disminución drástica de los recursos disponibles. Es uno de los puntos en el que el Gobierno pide más ayuda a toda la comunidad internacional”.
EL RIESGO DE UNA GENERACIÓN PERDIDA
Acnur estima que hay más de 5,5 millones de niños entre los refugiados y desplazados. Los menores que permanecen en Siria están perdiendo la posibilidad de estudiar porque sus escuelas están siendo bombardeadas o son utilizadas como refugio.
Fuera de Siria, donde el 51% de los refugiados tienen menos de 18 años, la situación no es mucho mejor. En los campos de refugiados, se han creado escuelas para que los niños puedan seguir con sus estudios, “aunque muchos de ellos no continúan, porque los niños, y sobre todo las niñas, se han puesto a trabajar para ayudar a sus familias y poder así llegar a fin de mes”, lamentó María Jesús Vega, quien sentenció: “Podemos estar ante una generación perdida de sirios y eso es algo que queremos evitar”.
“La educación es una prioridad", señaló a Servimedia Alberto Bocanegra, jefe de la misión en Líbano de la FPSC, quien considera que las actividades educativas son una forma de terapia, pues permiten a los niños seguir orientando su formación, hacer actividades en grupo y, sobre todo, no dejarlos en las calles indefensos ante todo tipo de agresiones, ya sean sexuales o de captación por grupos radicales islamistas”.
Y es que la violencia se sigue cebando con estos niños, incluso después de que se hayan salvado de las balas y las bombas. La portavoz de Acnur subrayó este aspecto: “Hay violencia contra los menores. Bien dentro de las familias o bien fuera, con mafias organizadas de prostitución”.
RESPUESTA COORDINADA
Más de 100 entidades trabajan para dar una respuesta al drama humanitario de los refugiados sirios. Acnur coordina la labor de todo este plantel de organismos de la ONU, agencias y ONG internacionales y locales, y departamentos gubernamentales de los países de acogida. Para ello, se han creado distintos grupos de trabajo, especializados en áreas como protección, agua, salud, educación, atención psicosocial, etcétera.
La ayuda económica sigue siendo urgente y vital. Hasta ahora, las ONG han estado trabajando con menos del 50 por ciento de los recursos necesarios, lo que supone “tener que tomar decisiones durísimas y afrontar dilemas muy difíciles”, según la portavoz de Acnur. Lo deseable es que “esta ayuda humanitaria sea predecible y no esté sujeta a los vaivenes de las decisiones políticas coyunturales”, expresó Bocanegra. De ahí la importancia para las ONG de contar con socios que hagan una aportación estable en el tiempo, aunque esta sea pequeña.
“Aunque en España muchas familias lo están pasando mal por la crisis", indicó María Jesús Vega, quien pueda echar una mano económicamente lo puede hacer con Acnur, a través de la web 'www.heridasiria.org' o con cualquiera de las ONG que están presentes allí, aquella que al donante le ofrezca mayor confianza. Pero también es importante “informarse, contar lo que está pasando, animar a otros a echar una mano y contrarrestar prejuicios racistas o xenófobos”.
(SERVIMEDIA)
18 Abr 2014
ISP/pai